Se trata de
oraciones que constan de dos constituyentes: un condicionante (prótasis) que va
encabezado por el conector si y un
condicionado (apódosis), que depende de aquel. Los períodos condicionales
pueden ser de tres clases: real, posible e irreal.
Período real
Se construye con
el modo indicativo en ambos constituyentes. Cuando el condicionante se
construye con presente del modo indicativo, el período condicional remite a una
situación que puede ser real (1) o realizable (2).
Si llueve, nos mojamos. (1)
Si llegamos temprano, podremos encontrar buena
ubicación. (2)
El período
condicional real puede emplearse para expresar hechos habituales o verdades
universales, como vemos respectivamente en (3) y (4).
Si llueve no sale a hacer su caminata. (3)
Si el agua se calienta a 100 ºC , hierve.
También puede
remitir al pasado:
Si llovía, nos quedábamos en casa.
Período posible o hipotético
En este caso, el
condicionante se construye con el pretérito imperfecto del modo subjuntivo y la
apódosis con el condicional simple. El período adquiere un valor hipotético:
Si tuviera dinero, haría un viaje.
En algunos casos,
este período puede tener un valor contrario a los hechos, es decir, de
irrealidad:
Si yo fuese usted, no le diría eso al jefe.
Período irreal o contrafactual
Se refiere a
hechos que no se han cumplido en el pasado y se construye con pretérito
pluscuamperfecto de subjuntivo en el condicionante y pretérito pluscuamperfecto
de subjuntivo o condicional compuesto en el condicionado:
Si hubieras salido a tiempo hubieras / habrías
alcanzado el tren.
En la lengua
coloquial, para indicar este período puede usarse el pretérito imperfecto de indicativo en ambos constituyentes:
Si sabía que ibas a estar aquí, venía más
temprano.
A veces el hecho
de que lo expresado en el condicionante no se haya cumplido puede tener
repercusión en el presente y se construye con pretérito pluscuamperfecto de
subjuntivo + condicional simple.
Si hubieses hecho la dieta, ahora no te quejarías.
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