Los numerales son palabras con las que
verbalizamos números expresando una cantidad u orden en forma precisa. Pueden
funcionar como sustantivos o adjetivos.
Los numerales
pueden dividirse en cardinales (uno, diez, cien), ordinales (primero, segundo,
vigésimo), fraccionarios o partitivos (mitad, tercio, sexto) multiplicativos
(doble, cuádruple) y distributivos (sendos).
Numerales cardinales
Son cuantificadores que expresan una cantidad
precisa (cuatro, cinco) o ausencia total de cantidad (cero).
Además de expresar cantidad, todos los
cardinales excepto uno pueden emplearse para expresar, como los
numerales ordinales, el orden en una serie: capítulo décimo, décimo capítulo
o capítulo diez.
Categoría gramatical
y funciones de los cardinales
Los cardinales pueden preceder a sustantivos, aparecer solos o ir detrás de sustantivos. En cada uno de estos casos
pertenecen a distintas categorías gramaticales y pueden tener distintas
funciones.
- Cardinales antepuestos a sustantivos
Cuando los cardinales se anteponen a un
sustantivo son determinantes, concretamente adjetivos determinativos. Sirven
para efectuar recuentos e indican la cantidad exacta de elementos a los que se
refiere el sustantivo.
Los sustantivos a los que preceden los
cardinales han de ser contables o estar recategorizados como contables: dos
manzanas, dos tazas de café, dos vasos de agua.
Cuando los cardinales aparecen solos pueden
ser pronombres o sustantivos. Como sustantivos son siempre masculinos y tienen
plural. En este caso no funcionan como cuantificadores: Dibuja tres sietes y
cinco cuatros.
Hay una serie de cardinales que son siempre
sustantivos: millar, millón, billón, etc. y los plurales millares y miles.
Cuando estos cardinales cuantifican ellos solos a un sustantivo, sin ningún
otro cardinal detrás, deben ir seguidos de la preposición de: treinta y
cuatro millones de habitantes.
- Cardinales pospuestos a sustantivos
Cuando van detrás del sustantivo, los
numerales cardinales indican el número con el que se identifica el sustantivo (aula
ocho) o tienen valor ordinal (capítulo seis).
Numerales ordinales
Estos generalmente no son cuantificadores: no
responden a la pregunta ¿cuánto? sino que sirven para situar un elemento en una
determinada posición dentro de una serie ordenada según los números naturales: octavo,
duodécimo, decimotercero.
A diferencia de los cardinales, todos los
ordinales tienen variación de género y número.
Los ordinales y la
categoría gramatical
Pueden pertenecer a la clase de los adjetivos
y van antepuestos o, más raramente, pospuestos a un sustantivo (a). Si el
sustantivo designa acontecimientos, el ordinal va siempre antepuesto (b).
(a) El primer piso / el piso primero.
(b) Segundo festival de cine.
En ocasiones los ordinales pueden aparecer
también solos, seguidos o no de un complemento: Juan es el segundo por la
derecha y Ariel el tercero.
Los ordinales pueden también formar parte de
expresiones lexicalizadas (c), estar casi sustantivados (d) o funcionar como
adverbios (e).
(c) Estuvimos en un hotel de primera.
(d) Al pasar de tercero a cuarto tuvo que
cambiar de especialidad.
(e) No voy primero porque no quiero.
(e) Se le acusó sin escuchar primero sus
razones.
Numerales
multiplicativos
Los multiplicativos, como su nombre lo indica,
denotan multiplicación. Las formas de los multiplicativos son limitadas y su
uso es poco frecuente. En el lenguaje hablado se usan generalmente solo doble,
triple y cuádruple.
Los multiplicativos pueden aparecer solos o ir
antepuestos o pospuestos a un sustantivo. Cuando aparecen solos son sustantivos
masculinos y significan “cantidad x veces mayor”: gana el triple que yo.
Cuando van antepuestos o pospuestos a un sustantivo son adjetivos y denotan que
el sustantivo al que acompañan está compuesto por “x unidades” o se repite “x
veces”: una habitación doble.
Numerales partitivos
También llamados fraccionarios, indican
división de un todo en partes. Pueden aparecer solos o delante de un
sustantivo. En el primer caso son sustantivos; en el segundo, adjetivos.
Los sustantivos partitivos van precedidos de
artículo o de numeral cardinal, y suelen ir seguidos por un complemento
preposicional con de: la mitad de mi vida, dos tercios de los hombres.