En español es
frecuente, y a veces obligatoria, la aparición en la misma oración del
pronombre átono y el pronombre tónico o el complemento al que hace referencia:
Te
estoy hablando a ti.
La fruta la
dejé en la heladera.
A Samuel le
han dado una beca.
La duplicación de complementos
obedece a las siguientes normas:
- En general se usa el complemento con el pronombre tónico, además del pronombre átono, cuando se quiere marcar un contraste:
A mí me encanta salir por la noche y a él le gusta
quedarse en casa.
Estas oraciones
son habituales con los verbos de objeto indirecto (gustar, molestar, encantar, divertir, cansar, etc.), llamados así
porque tienen que llevar obligatoriamente un pronombre personal átono objeto
indirecto.
- Los complementos preposicionales con pronombres tónicos no pueden funcionar por sí solos ni como objeto directo ni como objeto indirecto; los complementos constituidos por pronombres clíticos sí. De ahí que los clíticos puedan aparecer sin los complementos tónicos, mientras que los complementos tónicos tienen que aparecer obligatoriamente acompañados por los pronombres clíticos correspondientes, que son los verdaderos objetos directos o indirectos:
A mí me dijo que vendría o Me dijo que vendría, pero no A mi dijo que vendría.
- Cuando el objeto directo o indirecto se antepone al verbo, se duplica obligatoriamente mediante un clítico:
Tus llaves las dejé encima de la mesa. / *Tus
llaves dejé encima de la mesa.
A María le ofrecieron un empleo en España. / *A
María ofrecieron un empleo en España.
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