Estos dos verbos,
que muchas veces se usan como sinónimos, tienen una marcada diferencia entre
sí. Oír
equivale a “percibir con el oído los sonidos”, mientras que escuchar
es “aplicar el oído para oír”.
Por lo tanto, se puede oír sin escuchar, como
cuando alguien dice como quien oye llover,
o sea que no presta atención. Pero una persona que está hablando por teléfono,
no debe decir habla más alto que no te
escucho, debido a que es evidente que ella está escuchando, pero lo que sucede
es que no oye, así que debe decir habla
más alto que no te oigo.
¡Qué desilusión! Con lo que me gustaba escuchar a Larguirucho: "Más fuerte que no te escucho"
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