Los marcadores discursivos son palabras que no tienen significado por sí
solas, sino que deben entenderse de acuerdo a las circunstancias del
enunciado.
Los
marcadores del discurso, también llamados enlaces
extraoracionales o conectores, son invariables y no cumplen ninguna
función sintáctica. Este conjunto de palabras se emplean para enlazar
enunciados y poder entender lo que está diciéndose; es decir, facilitan
la interpretación de los enunciados y la cohesión textual.
Los marcadores pueden ser
conjunciones
(que, pues, pero), sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios o
interjecciones (hombre, claro, ya, ¿eh?) o expresiones más amplias como
por ejemplo: de verdad, con todo, desde luego.
Existen varios tipos y
distintas clasificaciones de los marcadores del discurso en español. Aquí los clasificaremos en conectores discursivos y marcadores conversacionales.
Conectores
discursivos
La función de
estos marcadores es relacionar unos enunciados con otros y ayudar a comprender
adecuadamente los mensajes.
Algunos
conectores sirven para distribuir la información en forma ordenada; son los
llamados estructuradores de la información (por un lado, por otro; en primer
lugar, en segundo lugar; por último). Otros, los argumentativos, ayudan a la
construcción de razonamientos (encima, por consiguiente) y un tercer tipo de
conector, el reformulador, permite volver sobre lo dicho antes y mejorarlo (es
decir, en otras palabras).
Estructuradores
de la información
- Ordenadores:
indican apertura, continuidad o final. Por ejemplo: por una parte, primero,
luego.
- Comentadores:
indican un cambio en el mensaje, con un nuevo asunto del que comienza a
hablarse: pues bien, así las cosas, dicho esto.
- Digresores:
introducen comentarios laterales al tema principal del discurso: por cierto, a
propósito, dicho sea de paso.
Argumentativos
- Sumativos: unen
elementos que permiten llegar a una misma conclusión: además, igualmente,
encima, para colmo, también, tampoco.
- Contraargumentativos:
relacionan dos informaciones contrapuestas: sino, por el contrario, no
obstante, sin embargo.
- Consecutivos:
introducen la conclusión que se desprende de lo anterior: de ahí que, por
tanto, por consiguiente.
Reformuladores
- Explicativos:
aclaran la información anterior: esto es, o sea.
- Rectificativos:
reemplazan una expresión anterior poco satisfactoria: mejor dicho, vamos,
bueno.
- De
distanciamiento: admiten la información anterior, pero esta no es muy
importante: en cualquier caso, de todos modos.
- De
generalización: indican resúmenes y conclusiones: en fin, en suma, en una
palabra.
Marcadores
conversacionales
Estos marcadores
tienen como función organizar y relacionar las distintas intervenciones que se
producen en una conversación.
- Para abrir una
conversación: son los que utilizamos para atraer la atención del interlocutor:
buenos días, perdone, por favor, oiga, colega.
- Para iniciar un
tema: sirven para introducir el asunto una vez iniciada la conversación: bueno,
bien, es que.
- Para solicitar un
favor: ya te digo, sin duda, por supuesto, ¿cómo no?, digamos que.
- Para el cierre:
bien, estupendo, vale, de acuerdo.
Existe un tercer
grupo de marcadores discursivos que son los operadores modales. Este grupo es
muy amplio, incluye los adverbios terminados en -mente (verdaderamente,
seguramente) que pueden expresar probabilidad (probablemente, seguramente), señalar
una duda (tal vez, quizá); pueden ser afirmativos (en efecto, ciertamente) o
negativos (nunca, jamás).
Hay otros que
indican un cambio de situación (todavía, aún, por ahora), una cantidad (poco,
demasiado) y otros que incluyen (incluso, hasta, siquiera) o excluyen (excepto,
ni siquiera) un elemento.
gracias me salvaste
ResponderEliminarhaciendo tarea desde la cuarentena jaja
ResponderEliminarMuchas gracias, por la información.
ResponderEliminarMuchas gracias, por la información.
ResponderEliminarPorque no se puede copiar?
ResponderEliminarGracias me salvaste castellano
ResponderEliminarEstructuradores de la información (elementos que permiten organizar la información dentro del texto)
ResponderEliminarComentadores: pues, pues bien, así las cosas, etc.
Ordenadores: en primer lugar/en segundo lugar; por una parte/por otra parte; de un lado/de otro lado, etc.
Digresores: por cierto, a todo esto, a propósito, etc.
Conectores (que vinculan un miembro de discurso con otro previo o con una suposición contextual)
Aditivos: además, encima, aparte, incluso, etc.
Consecutivos: por tanto, por consiguiente, por ende, en consecuencia, de ahí, entonces, pues, así, así pues, etc.
Contraargumentativos: en cambio, por el contrario, por contra, antes bien, sin embargo, no obstante, con todo, etc.
Reformuladores (especializados en introducir una nueva formulación de lo que se ha enunciado en el discurso previo)
Explicativos: o sea, es decir, esto es, a saber, etc.
De rectificación: mejor dicho, mejor aún, más bien, etc.
De distanciamiento: en cualquier caso, en todo caso, de todos modos, etc.
Recapitulativos: en suma, en conclusión, en definitiva, en fin, al fin y al cabo, etc.
Operadores (marcadores que no conectan dos unidades y que condicionan las posibilidades discursivas del segmento en el que se incluyen)
Operadores de refuerzo argumentativo: en realidad, en el fondo, de hecho, etc.
Operadores de concreción: por ejemplo, en particular, etc.
Marcadores conversacionales (propios de la lengua conversacional)
De modalidad epistémica: claro, desde luego, por lo visto, etc.
De modalidad deóntica: bueno, bien, vale, etc.
Enfocadores de la alteridad: hombre, mira, oye, etc.
Metadiscursivos conversacionales: bueno, eh, este, etc.
Una clasificación más reciente es la expuesta por Loureda y Acín Villa (2010), quienes basan su clasificación en los elementos que intervienen en el hablar, a saber, hablante, oyente y discurso. Así distinguen entre:
Modalizadores discursivos (que explicitan la actitud del hablante): a decir verdad, desde luego, sin duda, por lo visto, bien, etc.
Marcadores propiamente dichos
Formuladores: es decir, esto es, etc.
Organizadores de la información: por un lado/ por otro lado, pues, etc.
Conectores:sin embargo, no obstante, por lo tanto, en cambio, etc.
Operadores argumentativos: bien, casi, un poco, etc.
Focalizadores discursivos (modifican un estado mental previo del oyente, al eliminarlo, al confirmarlo o al ampliarlo): ni siquiera, al menos, por lo menos, incluso, etc.
Marcadores de control del contacto
Toma de turno: fíjate, etc.
Deseo de control de la recepción del mensaje: ¿me entiendes?, etc.
Petición de confirmación: ¿no?, etc.
Expresión de la actitud del oyente ante lo que oye: ¡vaya!, ¿de verdad?, ¿qué (me) dices?, ¡no me digas!, etc.
De función fática: siií; ¡ah!; ¡ajá!; sí, sí, etc.