La serie de
pronombres reflexivos tiene varios usos:
- Cuando el sujeto y el complemento directo o indirecto coinciden:
Pablo
se está mirando al espejo todo el
día.
Me preparo la cena cada día.
- Cuando el complemento objeto directo es una parte del propio cuerpo o un objeto que posee el sujeto:
Niños,
¿os habéis lavado las manos?
¡Hoy
te has cambiado de pantalón tres
veces!
- Con algunos verbos que se refieren a la consumición o al aprovechamiento de algo, el uso de los pronombres reflexivos es muy frecuente y suele indicar que la acción se realizó completamente, sobre la totalidad de algo. En estos casos, el complemento objeto directo está siempre determinado:
Comió
tarta. (= algo de tarta, una cierta cantidad no especificada)
Se comió
la tarta. (= toda la tarta)
- Con sujetos inanimados el uso de los reflexivos indica muchas veces la ausencia de un sujeto animado conocido:
La
puerta se cerró de golpe y me dio un
susto terrible.
No
le riñas, que la botella se ha caído
pero el niño no ha hecho nada.
- Algunos verbos cambian de sentido según se usen como reflexivos o no:
Fui
a Valencia el jueves. (= viajé a Valencia)
Me
fui de aquí el jueves. (= abandoné el lugar donde
estaba)
He
quedado con Javier. (= me he citado)
Me
he quedado todo el día en casa. (= he permanecido)
He
pasado por el parque.
Me
he pasado... tenía que bajar en la parada anterior. (= he
ido más allá de lo conveniente)
- También se usa la serie reflexiva (las formas del plural) con las acciones recíprocas:
Las dos nos
queremos mucho. (= yo a ella y ella a mí)
Los dos conductores bajaron de los coches y
empezaron a insultarse y a pegarse. (= el uno al otro).
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