Los adjetivos son palabras que modifican al
sustantivo (niña delgada, niño inquieto). Los adjetivos se pueden dividir en
dos grupos: calificativos y relacionales.
Los adjetivos dentro de la oración pueden
funcionar como un modificador
directo del sustantivo o como un predicativo. El adjetivo, en español, no tiene
declinaciones. A partir del valor semántico, los adjetivos se pueden clasificar
en tres grupos: calificativos, relaciones y adverbiales.
Adjetivos
calificativos: ejemplos
Los adjetivos calificativos mayormente son
palabras simples (sin prefijos ni sufijos, salvo los de flexión): roja/o,
apta/o. Sin embargo, hay un sufijo que se utiliza con frecuencia para crear
calificativos: -osa/o (maravilloso, espantosa, celoso).
Asignan al objeto designado por el sustantivo
una característica general o constitutiva, que puede ser de dimensión (auto
grande), velocidad (auto rápido), propiedad física (hombre robusto), color
(cielo azul), forma (estuche cuadrado), edad (mujer madura), valoración (gran
mujer), aptitud (señora inteligente) o predisposición (señor amable).
La mayoría de los adjetivos calificativos son
graduables: es muy alto, es altísimo, y participan en construcciones
comparativas: es más alto que. No así los referidos a la forma, no es correcto
decir la mesa es muy redonda; ni a los superlativos, como muy extraordinario.
Cuáles son los
adjetivos relacionales
Los adjetivos relacionales relacionan al
objeto designado por el sustantivo con otro objeto. Por ejemplo, mesa
presidencial. En este sintagma se establece una relación entre el objeto mesa y
el objeto presidente. Esta relación le asigna al sustantivo determinadas propiedades
que dependen de la naturaleza del mismo:
El despacho presidencial (presidencial
significa “que sirve al presidente”).
El decreto presidencial (presidencial
significa “dictado por el presidente”).
Adjetivos adverbiales
Estos adjetivos sólo funcionan como
modificadores directos del sustantivo. Van antepuestos y no son graduables ni
aparecen en construcciones comparativas.
No atribuyen propiedades al sustantivo, sino
que modifican la manera o intensidad con la que el concepto del sustantivo se
aplica al referente. Por ejemplo: El presunto asesino es Pedro, vs. El asesino
es Pedro. En estas dos oraciones el referente es Pedro; sin embargo, el
adjetivo presunto marca la manera o el grado en que el concepto de asesino se
aplica a Pedro.
Los adjetivos adverbiales, en vez de enunciar
una característica de un objeto modifican a los sustantivos, como lo haría el adverbio
correspondiente en -mente. Por ejemplo, el supuesto asesino (la persona que
supuestamente asesinó), el verdadero asesino (la persona que verdaderamente
asesinó).
Clases de adjetivos
adverbiales: intencionales, circunstanciales y aspectuales
Los adjetivos adverbiales intencionales no
atribuyen propiedades a un nombre; modifican su intención. Por ejemplo:
Atraparon al presunto cómplice, en donde el referente (la persona de la que
hablamos) no es necesariamente cómplice.
Los adjetivos adverbiales eventivos
circunstanciales tienen significado eventivo (de evento o acontecimiento), es
el caso de nominalizaciones como llegada: Tuvo una accidentada llegada o Llegó
accidentalmente. Por ello se consideran a estos adjetivos (como accidentada)
adjetivos circunstanciales de modo, que pueden ir antepuestos o pospuestos al
sustantivo eventivo.
Estudiando la sintaxis del adjetivo en el
sintagma nominal, se puede observar cómo los adjetivos calificativos, según sea
su ubicación,
cambian el sentido del enunciado.
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