El adverbio ya presenta dos valores que el
estudiante de español debe conocer y distinguir.
1) El uso del
adverbio ya implica la presuposición
de una situación pasada a la actual en el tiempo. Ya indica que la primera situación se realizó completamente y
estamos en la siguiente.
- Ya + tiempo pasado
Ya terminé de estudiar. 1ª situación: “estuve estudiando”; 2ª situación:
“no estoy estudiando más”.
Ya llegó Juan. 1ª situación: “Juan no llegaba a un lugar”. 2ª situación:
“Juan está en el lugar”.
- Ya + tiempo presente
El adverbio
implica una situación anterior que ha cambiado. Indica que una acción durativa
ha comenzado y sigue en el presente.
Ya llegué. Ya estoy acá.
Ya funciona el televisor.
2) Ya = enseguida
+ tiempo presente: indica que una acción es inminente.
- Juan, viene, por favor.
- ¡Ya voy!
Siempre / Nunca
Siempre y nunca
tienen principalmente dos valores:
Durativo
Siempre fui buena alumna. Nunca fui buena alumna.
En este caso siempre se interpreta como “durante todo
el tiempo / la vida”, período que el contexto proporciona, por eso en pasado
usamos el tiempo perfecto (de acción terminada).
Habitual
Se interpreta nunca como “ninguna vez”; siempre como “cada vez, todas las
veces”.
La mayoría de las veces íbamos al cine los
miércoles.
Siempre íbamos al cine los miércoles.
Nunca terminábamos de trabajar antes de las ocho.
Al dar una
frecuencia de hábito, en pasado usamos el pretérito imperfecto (de acción
habitual).
Todavía
El adverbio todavía supone dos situaciones sucesivas
en el tiempo. Expresamos que la primera situación continúa sin dar paso a la
segunda.
1) Todavía + no + tiempo pasado: suponemos
que una acción se producirá, pero no se ha producido hasta el momento.
- ¿Y María?
- Todavía no ha llegado.
2) Todavía + tiempo presente: una acción
que suponemos que terminará, continúa.
- ¿Y Pedro?
- No llegó, acabo de llamarlo. Todavía está en la
casa.
También / Tampoco
También es el segundo “sí”, la segunda afirmación.
- A mí me gustó la película.
- A mí también.
Vino Sandra ayer. También vino Lucía.
Tampoco es el segundo “no”, la segunda negación. Si se antepone al adverbio, la negación
del verbo debe suprimirse.
- No me gustó la película.
- A mí tampoco.
No vino Esteban a la fiesta. María, tampoco. Tampoco
vino María. No vino María tampoco.
Finalmente / Al final / Al fin / Por
fin
Finalmente es parte de una serie de elementos ordenados
(temporal o lógicamente).
Primero pasó esto, después, eso; finalmente,
aquello.
Por fin y al fin se utilizan generalmente
para expresar que algo deseado largo tiempo se cumplió:
¡Qué bueno, pasó esto! ¡Por fin!
Al final se refiere a la parte final de un texto, o de una serie de hechos. No se
interpreta en el sentido de conclusión de varios argumentos presentados.
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