viernes, 17 de febrero de 2017

Adverbios claves para estudiantes de español: ya, todavía, también, tampoco, finalmente

Ya
El adverbio ya presenta dos valores que el estudiante de español debe conocer y distinguir.

1) El uso del adverbio ya implica la presuposición de una situación pasada a la actual en el tiempo. Ya indica que la primera situación se realizó completamente y estamos en la siguiente.
  • Ya + tiempo pasado
Ya terminé de estudiar. 1ª situación: “estuve estudiando”; 2ª situación: “no estoy estudiando más”.
Ya llegó Juan. 1ª situación: “Juan no llegaba a un lugar”. 2ª situación: “Juan está en el lugar”.
  • Ya + tiempo presente
El adverbio implica una situación anterior que ha cambiado. Indica que una acción durativa ha comenzado y sigue en el presente.
Ya llegué. Ya estoy acá.
Ya funciona el televisor.

2) Ya = enseguida + tiempo presente: indica que una acción es inminente.
- Juan, viene, por favor.
- ¡Ya voy!

Siempre / Nunca
Siempre y nunca tienen principalmente dos valores:

Durativo
Siempre fui buena alumna. Nunca fui buena alumna.
En este caso siempre se interpreta como “durante todo el tiempo / la vida”, período que el contexto proporciona, por eso en pasado usamos el tiempo perfecto (de acción terminada).

Habitual
Se interpreta nunca como “ninguna vez”; siempre como “cada vez, todas las veces”.
La mayoría de las veces íbamos al cine los miércoles.
Siempre íbamos al cine los miércoles.
Nunca terminábamos de trabajar antes de las ocho.
Al dar una frecuencia de hábito, en pasado usamos el pretérito imperfecto (de acción habitual).

Todavía
El adverbio todavía supone dos situaciones sucesivas en el tiempo. Expresamos que la primera situación continúa sin dar paso a la segunda.

1) Todavía + no + tiempo pasado: suponemos que una acción se producirá, pero no se ha producido hasta el momento.
- ¿Y María?
- Todavía no ha llegado.

2) Todavía + tiempo presente: una acción que suponemos que terminará, continúa.
- ¿Y Pedro?
- No llegó, acabo de llamarlo. Todavía está en la casa.

También / Tampoco
También es el segundo “sí”, la segunda afirmación.
- A mí me gustó la película.
- A mí también.
Vino Sandra ayer. También vino Lucía.

Tampoco es el segundo “no”, la segunda negación. Si se antepone al adverbio, la negación del verbo debe suprimirse.
- No me gustó la película.
- A mí tampoco.
No vino Esteban a la fiesta. María, tampoco. Tampoco vino María. No vino María tampoco.

Finalmente / Al final / Al fin / Por fin
Finalmente es parte de una serie de elementos ordenados (temporal o lógicamente).
Primero pasó esto, después, eso; finalmente, aquello.

Por fin y al fin se utilizan generalmente para expresar que algo deseado largo tiempo se cumplió:
¡Qué bueno, pasó esto! ¡Por fin!

Al final se refiere a la parte final de un texto, o de una serie de hechos. No se interpreta en el sentido de conclusión de varios argumentos presentados.

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