El objeto directo debe construirse
con la preposición a:
- Cuando se refiere a personas determinadas, animales determinados o cosas personificadas:
Encontré a mis amigas en el parque.
Llevamos a nuestro gato al veterinario.
Veo a los árboles que bailan a mi alrededor.
Busco a los empleados que salieron a comer.
Encontraste al hombre ideal.
Llevé a mi gato a vacunar.
- Cuando es modificador de verbos que suelen tener objetos directos de persona:
Los días alegres seguirán a la época de tristeza.
- Para evitar ambigüedad:
Penumbra de la paloma llamaban los hebreos a la
finalización de la tarde.
La finalización
de la tarde no es una persona, ni un animal ni un objeto personificado, pero
sin el uso de la preposición no quedaría claro cuál es el objeto real y cuál el
nombre con el que se lo llamaba.
El objeto directo NO debe
construirse con la preposición a:
- Con los objetos directos que expresan cosas u objetos:
*A los libros los devolví la semana pasada.
Los libros los devolví la semana pasada.
*Escuché a las guitarras, que sonaron toda la
noche.
Escuché las guitarras, que sonaron toda la noche.
- Cuando las personas o animales no están determinados:
Busco un empleado eficiente.
Busco a un empleado eficiente (cambia la interpretación).
Encontré un perro perdido en la calle.
*Encontré a un perro perdido en la calle.
- Cuando se utilizan los nombre propios como sustantivos comunes:
Cada vez hay menos Quijotes y Celestinas.
- Cuando hay juntos un objeto directo y uno indirecto que exigen a, para evitar ambigüedad:
Le mandé mi secretaria al jefe con todos los
papeles que me pidió.
*Le mandé a mi secretaria al jefe con todos los
papeles que me pidió.
- Con nombres propios no puede suprimirse la preposición a, por lo tanto debe construirse la oración de otra forma:
*Le mandé Claudia al jefe con todos los papeles
que me pidió.
Mandé a Claudia a la oficina del jefe para que le
llevara todos los papeles que me pidió.
- Con el verbo haber (impersonal):
Había tres personas esperándome.
- Cuando se trata de sustantivos colectivos de personas, el uso de la preposición a es indistinto:
Detesto las multitudes.
Detesto a las multitudes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario