Todas las
oraciones deben incluir por lo menos un verbo en forma personal, que puede
completar su significado con un sujeto y una serie de complementos.
También pueden
contener varios verbos y presentar un construcción distinta en función de cómo
estos se encuentren relacionados; de ahí que tradicionalmente se distingan dos
clases básicas de oración: oración simple y oración compuesta, aunque esta
última admite nuevas divisiones.
Oración compuesta
La oración compuesta
propiamente dicha está formada por dos o más oraciones que, pudiendo ser
autónomas, se reúnen para expresar conjuntamente un significado. A veces, este
significado oracional surge de la simple yuxtaposición de las oraciones
componentes, y otras, de la presencia de un coordinador interpuesto; son las
tradicionales compuestas por coordinación, en las que a su vez se distinguen
tres clases fundamentales: copulativas, disyuntivas y adversativas.
Oración compleja o compuesta por
subordinación
Cuando el enunciado
consta de una oración principal y una o varias subordinadas, recibe el nombre
de oración compleja o compuesta por subordinación. Se trata de una oración que
incluye a otras que la complementan como lo hacen los sustantivos, adjetivos o
adverbios. Entre las unidades que intervienen para hacer posible este cambio se
encuentran las conjunciones, locuciones conjuntivas y relativos, tanto átonos
como tónicos.
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