Generalmente, los
nombres de las ciudades toman el género según su terminación: si es “a”, será
femenino; si es “o”, será masculino. Así tenemos, por ejemplo: Salta, la linda; Roma, ciudad eterna;
Montevideo turístico; México acogedor.
Las ciudades
cuyas terminaciones pueden aceptar cualquiera de las dos formas optan por la
masculina: Tucumán laborioso; un París
muy cálido.
Cuando los
nombres están precedidos por todo, medio, un, propio y mismo, es frecuente el
uso de la forma masculina, aunque terminen en “a”, pero como sobre esto no hay
regla estricta, no es raro que se vean ejemplos contradictorios: medio Buenos Aires inundado; toda Buenos
Aires iluminada; un Londres negro; una Londres renovada.
¡Muy bueno, Eleonora! Gracias por el material que nos proporcionas día a día. Se me ocurrió un ejemplo contradictorio: Rosario. He escuchado construcciones como "todo Rosario está en penumbras", tal vez para evitar confusiones con el nombre de mujer.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Martín. Yo no veo contradictorio el caso de Rosario, ya que como termina con "o" concuerda con todo masculino. Otro caso ambiguo se da con Buenos Aires: la novela de Manuel Mujica Láinez, "Misteriosa Buenos Aires", y un verso del tango de Gardel: mi Buenos Aires querido.
EliminarEstimada: Me refería a casos como el que aparece en el siguiente link (http://www.miqueridarosario.com.ar/p/escuelas-de-rosario.html), donde se titula: "Mi querida Rosario".
ResponderEliminarSaludos cordiales. Seguimos en contacto.