Es junto con a, la preposición que posee una gama más
amplia de valores y, en consecuencia, una de las más usadas.
Indica posesión o propiedad:
Aquella casa es de Mario.
Esta es la biblioteca más completa de la ciudad.
Los juguetes de Carmen.
Indica origen o procedencia:
Clara es de
Roma.
Ayer regresé
de mis vacaciones.
Las naranjas
son de Valencia.
Materia, contenido:
Acércame una
caja de cartón.
Me regaló un
collar de perlas.
Comimos una
deliciosa cazuela de mariscos.
El modo o manera de llevar algo a cabo:
Lo hizo de
buena gana.
Se puso de pie
cuando llegó el director.
Baila el tango
de maravilla.
Tema:
Llevan toda la
tarde hablando de fútbol.
Te estamos
hablando de tu futuro.
Estoy leyendo
un artículo de astronomía muy interesante.
El tiempo en que se está o se efectúa algo:
En verano, a
las nueve aún es de día.
Mi hijo, los
sábados, vuelve a casa de madrugada.
La parte que se toma de un todo:
Dame un poco
de tu bocadillo.
Uno de ustedes
es el culpable.
A mediados de
mes ya no me queda ni la cuarta parte del sueldo.
Causa:
Bajo la lluvia
temblábamos de frío.
Los
espectadores se partían de risa.
La señora casi
se muere del susto.
Cualidades:
García es un
alumno de gran inteligencia.
Es lo que se
llama un hombre de pelo en pecho.
Fecha:
12 de mayo de
1974. El uso de la preposición de es obligatorio antes del nombre del
mes y del año.
Se coloca delante de nombres de lugares, como refuerzo:
Vivimos en la
calle de Atocha.
Visitamos la
ciudad de Buenos Aires.
En el cabo de
Finisterre hay muchas tormentas.
En expresiones de queja, lástima, amenaza, o para destacar una cualidad,
precedida de una interjección o de un adjetivo:
¡Pobre de mí!
El tonto de
González.
El bueno de
Juan.
Seguida de infinitivo puede expresar finalidad o condición:
Es el momento
de hacerlo.
De ser cierto,
esto se acabó.
Enlaza los dos miembros de algunas perífrasis de infinitivo:
Ya deben de
estar cerca.
Has de hacer
caso siempre a tus padres.
Antecede al complemento de numerosos verbos, nombres y adjetivos que exigen
esta preposición:
En el pueblo
se carece de lo más elemental.
Tengo ganas de
un chocolate.
Mi hermana
estaba deseosa de volver a casa.
La contracción del
Cuando la
preposición de está seguida del
artículo el, se unen en la contracción
del:
La pared del
cuarto es amarilla.
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