Las preposiciones
pertenecen a la clase de palabras cerradas, porque se puede hacer una lista de
ellas. Morfológicamente, se las denomina invariables porque no tienen flexión,
es decir que no varían en número y género. El filólogo español Alarco
Llorach considera a las proposiciones como “unidades carentes de
autonomía”, mientras el lingüista Ignacio
Bosques explica que tradicionalmente se consideró a las preposiciones
palabras vacías, porque no poseen un significado léxico, y son así
prácticamente imposibles de definir. El significado de cada preposición está en
función de la relación que establecen dentro de una estructura sintáctica
determinada.
Uso obligatorio de la preposición a detrás de un sustantivo y delante de un infinitivo
La construcción sustantivo + a + infinitivo,
como problemas a resolver o ejemplo a seguir, es un calco de la
lengua francesa y resulta más breve que la correcta en español problemas que
hay que resolver, ejemplo que se debe seguir. La RAE acepta ciertos casos,
dependiendo de algunos factores: el sustantivo debe ser abstracto (problema,
tema, cuestión) y el verbo transitivo y activo (tratar, arreglar, abordar).
Cuándo no debe usarse la preposición a después de un sustantivo
Cuándo no debe usarse la preposición a después de un sustantivo
Es incorrecto posponer la preposición a un
sustantivo cuando este es concreto: tienen algunos edificios a restaurar;
lo correcto es tienen algunos edificios para restaurar. Tampoco se debe
utilizar con verbos intransitivos: hay un tema a reflexionar, en lugar
de la forma correcta hay un tema sobre el cual reflexionar; ni con
indefinidos: aún queda algo a discutir, siendo lo correcto aún queda
algo que discutir.
El uso de la preposición a entre sustantivos
El uso de la preposición a entre sustantivos
Están muy extendidas las formas barco a
vela, calefacción a gas, etc., que deben llevar la preposición de: barco
de vela, calefacción de gas. Hay formas gastronómicas, de influencia
francesa, que tienen que ver con la preparación de un plato: espinacas a la
crema, pollo a la naranja. Como se trata de condimentos que acompañan un
elemento principal, lo correcto sería utilizar la preposición con: espinacas
con crema, pollo con naranja; aunque es una costumbre muy arraigada en el
mundo gastronómico. Sin embargo, es correcto utilizar la preposición a en
construcciones como tortilla a la española, bacalao a la vizcaína. En
este caso se habla de modos de cocinar y no de ingredientes.
Uso de “a por” en España
Uso de “a por” en España
El uso de estas dos preposiciones con verbos
de movimiento como venir, ir, con el sentido de “en busca de”, no se utiliza en
Hispanoamérica, donde solo se usa por: voy por los medicamentos. En
España es normal decir voy a por el pan, aceptado por la RAE ya que no existen
motivos lingüísticos que impidan la asociación de estas dos preposiciones.
A veces, la preposición a se coloca ocupando
el lugar de otras preposiciones, dando lugar a locuciones incorrectas como a
buen fin, en razón a, en vez de las correctas con buen fin y en
razón de.
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