lunes, 23 de noviembre de 2015

Uso correcto de la preposición a con los sustantivos

Debido a su frecuente uso y a su versatilidad, la a es una de las preposiciones que se presta a más usos incorrectos, por ejemplo con los sustantivos.
 
Las preposiciones pertenecen a la clase de palabras cerradas, porque se puede hacer una lista de ellas. Morfológicamente, se las denomina invariables porque no tienen flexión, es decir que no varían en número y género. El filólogo español Alarco Llorach considera a las proposiciones como “unidades carentes de autonomía”, mientras el lingüista Ignacio Bosques explica que tradicionalmente se consideró a las preposiciones palabras vacías, porque no poseen un significado léxico, y son así prácticamente imposibles de definir. El significado de cada preposición está en función de la relación que establecen dentro de una estructura sintáctica determinada.

Uso obligatorio de la preposición a detrás de un sustantivo y delante de un infinitivo
La construcción sustantivo + a + infinitivo, como problemas a resolver o ejemplo a seguir, es un calco de la lengua francesa y resulta más breve que la correcta en español problemas que hay que resolver, ejemplo que se debe seguir. La RAE acepta ciertos casos, dependiendo de algunos factores: el sustantivo debe ser abstracto (problema, tema, cuestión) y el verbo transitivo y activo (tratar, arreglar, abordar).

Cuándo no debe usarse la preposición a después de un sustantivo
Es incorrecto posponer la preposición a un sustantivo cuando este es concreto: tienen algunos edificios a restaurar; lo correcto es tienen algunos edificios para restaurar. Tampoco se debe utilizar con verbos intransitivos: hay un tema a reflexionar, en lugar de la forma correcta hay un tema sobre el cual reflexionar; ni con indefinidos: aún queda algo a discutir, siendo lo correcto aún queda algo que discutir.

El uso de la preposición a entre sustantivos
Están muy extendidas las formas barco a vela, calefacción a gas, etc., que deben llevar la preposición de: barco de vela, calefacción de gas. Hay formas gastronómicas, de influencia francesa, que tienen que ver con la preparación de un plato: espinacas a la crema, pollo a la naranja. Como se trata de condimentos que acompañan un elemento principal, lo correcto sería utilizar la preposición con: espinacas con crema, pollo con naranja; aunque es una costumbre muy arraigada en el mundo gastronómico. Sin embargo, es correcto utilizar la preposición a en construcciones como tortilla a la española, bacalao a la vizcaína. En este caso se habla de modos de cocinar y no de ingredientes.

Uso de “a por” en España
El uso de estas dos preposiciones con verbos de movimiento como venir, ir, con el sentido de “en busca de”, no se utiliza en Hispanoamérica, donde solo se usa por: voy por los medicamentos. En España es normal decir voy a por el pan, aceptado por la RAE ya que no existen motivos lingüísticos que impidan la asociación de estas dos preposiciones.
A veces, la preposición a se coloca ocupando el lugar de otras preposiciones, dando lugar a locuciones incorrectas como a buen fin, en razón a, en vez de las correctas con buen fin y en razón de.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Complemento circunstancial de causa: usos y ejemplos


El complemento circunstancial expresa la causa, el motivo o la razón de que se lleve a cabo la acción señalada por el verbo.
 
Las expresiones que sirven para indicar la noción del complemento circunstancial son muchas, pero las unidades son limitadas. 

En español no hay adverbios causales, y solo podemos servirnos de sustantivos acompañados de algunas preposiciones (Lo hizo por amor), de ciertas locuciones prepositivas (Sufre mucho a causa de su salud) y, sobre todo, de infinitivos (Viene por pasear un poco) u oraciones subordinadas con determinadas conjunciones (Viajó porque quería verla).

Complemento circunstancial de causa formado por sustantivos
Los sustantivos pueden adoptar diversas formas. A veces expresan su significado por medio de las preposiciones por y de:
Nos fuimos por aburrimiento.
Se le valora por su dinero.
Se murió de pena.
Se partían de risa.

Aunque no son preposiciones exclusivamente causales, otros complementos circunstanciales pueden venir indicados por ellas: Se fue por una temporada; Va por esa calle; Juega de delantero centro. Estas preposiciones solo son inequívocamente causales cuando el sustantivo lleva artículo y le sigue una oración con el relativo que:
No oímos nada de la risa que nos entró.
Le partió la cara por el golpe que le dio.
Huí despavorida del miedo que tenía.

Locuciones causales como complemento circunstancial de causa
Las locuciones más habituales son las siguientes:
No salí a pasear por causa de la lluvia.
No vendrán a Sevilla por culpa del clima.
Lo consiguió gracias a tu ayuda.
Se le ascendió en virtud de su antigüedad.
Abandonaron el proyecto en vista de las dificultades.
Se apagó la luz debido a la tormenta.
Se hizo rico merced al azar.
Consiguió su puesto a fuerza de insistir.

Adjetivos que expresan causa
Con la ayuda de las preposiciones por o de, el adjetivo tiene dos formas de presentarse:

  • Sin artículo y concordando en género y número con un sustantivo (o pronombre) presente en la oración, pero entonces toman la forma de un complemento predicativo:
Los apresaron por incautos.
La casa se cayó de vieja.
Confiaban en él por honesto.

  • Con el artículo neutro lo refiriéndose a un sustantivo que le sigue inmediatamente, o que va inserto en una oración de relativo:
Se desanimó por lo dificultoso que era el trabajo.
No la reconocí de lo cambiada que estaba.

En estas construcciones se puede intensificar el adjetivo agregándole el cuantificador tan (a veces, también puro) y la preposición de:
No la reconocía de tan cambiada como estaba. (= no la reconocía porque estaba muy cambiada).
La cama se rompió de puro vieja. (= porque era muy vieja).

Los adverbios también pueden entrar en este tipo de construcción intensiva pero para ello necesitan el artículo neutro lo y la única preposición admitida es por:
No voy al monte por lo lejos que está.
Se enfadó por lo mal que la trataron.


lunes, 2 de noviembre de 2015

Conectores adverbiales de tiempo en oraciones subordinadas



Las oraciones subordinadas adverbiales tienen la misma función que un adverbio, sirven para precisar o ampliar el significado del verbo principal.

Una oración subordinada es la que en las oraciones compuestas adjetivas, adverbiales y sustantivas depende de la principal. Los conectores adverbiales temporales pueden ser de anterioridad, posterioridad, simultaneidad, duración y repetición.

Oraciones temporales
Hay marcadores gramaticales que permiten relacionar dos sucesos desde un punto de vista temporal. Estos marcadores se pueden clasificar por el matiz temporal que añaden a la acción del verbo principal.

Marcadores para expresar acciones habituales, simultáneas y repetidas

  • Para expresar que una acción es habitual:
Cuando: es la forma más usada.
Cuando estaba en Sicilia, iba todos los días a la playa.

Todos los días cuando llego a casa me ducho.

  • Para expresar dos acciones simultáneas:
Mientras: Mientras yo compro en la carnicería, tú puedes ir al correo.
Mientras tanto: Ariel prepara la cena. Mientras tanto yo acuesto a los niños.

La diferencia entre mientras y mientras tanto es que en el segundo caso las informaciones que se presentan como contemporáneas son nuevas para el interlocutor. En cambio, la información introducida directamente por mientras ya es conocida por el interlocutor.

  • Para expresar que la acción se repite cada vez que se realiza la otra acción:
Siempre que: Siempre que escucho esta canción, me pongo a bailar.
Cada vez que: Cada vez que viene, trae regalos para todos.
Todas las veces que: Todas las veces que salgo con José, pasa algo.

Marcadores temporales que establecen un límite

  • Para expresar que una acción es inmediatamente posterior a otra:
Tan pronto como: Tan pronto como lleguen, nos iremos.
En cuanto: En cuanto termines de comer, nos vamos al cine.
Nada más: Nada más salir de casa, empezó a llover.

  • Para expresar el límite de la acción:
Hasta que (no): Hasta que no venga Juana, no nos podemos ir.

  • Para expresar que una acción es anterior a otra:
Antes de (que): Antes de firmar el contrato, hay que leerlo detenidamente.

Antes de la reunión, tenemos que hablar seriamente con Julián.

  • Para expresar que una acción es posterior a otra:
Después de (que): Después del examen, nos vamos a tomar unas tapas.

Después de que salgas del trabajo, iremos a comprar.

  • Para expresar el período de tiempo que separa dos sucesos:
Al cabo de, a los/las + cantidad de tiempo:
Nos vimos por primera vez en febrero y, al cabo de tres meses, nos casamos.

Cantidad de tiempo + después/más tarde:
Cogimos el avión a las tres y, quince minutos más tarde, tuvo que aterrizar.

Oraciones temporales con indicativo o con subjuntivo
En líneas generales, puede decirse que estos modificadores se construyen con modo indicativo cuando se refieren a un hecho efectivamente realizado o existente en el pasado o en el presente:
En cuanto lo supo, me llamó.

Cuando llega la primavera, María padece alergia.

En cambio, cuando el verbo principal de la oración remite al futuro, es decir, cuando remite a situaciones no realizadas aún, el modificador exige el modo subjuntivo:
En cuanto llegue a casa, te llamaré.

Me quedaré hasta que tú quieras.

Marcadores temporales con infinitivo
En este caso, el sujeto de las dos oraciones es el mismo:
Antes de terminar la carrera, empecé a trabajar.

Después de viajar a Sevilla, le cambió la vida.

Para reconocer las proposiciones adverbiales se puede utilizar el método de la sustitución, que en este caso será por un adverbio.