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viernes, 10 de enero de 2020

Lenguas que aportaron al español


Si bien el latín aportó las tres cuartas partes de las palabras que forman el castellano, hay otra cuarta parte que, debido a las numerosas invasiones sufridas por el pueblo de la Hispania, también aportó muchas voces a nuestra lengua madre. Son términos que, muchas veces, desconocemos que vienen de otras lenguas y se han integrado a la nuestra, no como sucede actualmente con los extranjerismos, sino desde los comienzos de la formación del español.

Elemento griego
Interviene en la composición de términos cultos, científicos, artísticos, eclesiásticos, etc.
Limosna (eleemosyne), apóstol (apóstolos), Biblia (biblion), fotografía (photós-graphein), meteoro (metéora), profeta (prophétes), etc.
Asimismo, por tradición se usan voces griegas para designar inventos y manifestaciones nuevas de la ciencia, tal como sucede con las palabras estereofonía, cinematógrafo, periscopio, filatelia, etc.

Elemento árabe
Forma parte de miles de palabras que comienzan con el artículo al, y en otras relacionadas con la guerra, el comercio, las ciencias y objetos de uso cotidiano.
Almacén (al mahzan), álgebra (al yebr), aduana (al divân), tambor (tambur), jirafa (zárafa), azúcar (súkkar), albóndiga (al búnduqa), etc.

Elemento godo o germano
Se lo encuentra en la formación de vocablos relacionados con la guerra y en muchos nombres de personas.
Grupo (kropf), guante (want), guerra (werra), orgullo (urguol); entre los nombres propios encontramos Enrique (Haimirich), Fernando (Firthunands), Ramiro (Ramaners), Gerardo (Ger-hard), etc.

Elemento vasco
Ha quedado en nuestra lengua en palabras como ama (amma), boina (boña), cencerro (zinzerri), gorra (gorre), izquierdo (ezker), además de algunos apellidos patronímicos terminados en az, ez, iz, oz y uz.

Elemento hebreo
Aparece en términos relacionados con la religión, topónimos y sobre todo, onomásticos, debido a la gran cantidad de nombres propios que figuran en la Biblia.
Pascua (pesaj), rabino (rabbí), sábado (sábbâth); entre los nombres encontramos Eva (Havva), Ester (Ishtar), Gabriel (Gabri-El), Isabel (Elisheba), etc.

Elemento americano
Son las voces que el conquistador español conoció cuando llegó al continente americano y, por supuesto, incorporó a su propio léxico.
Cacao, cacique, caimán, cancha, chocolate, loro, maíz, morocho, poncho, tambo, yacaré, yapa, etc.

Las lenguas modernas también aportaron algo de su vocabulario a nuestro idioma, y en realidad aún lo siguen haciendo a través de modernos vocablos que constantemente se incorporan al castellano; lo que ahora llamamos extranjerismos, mientras que en otras épocas se introducían por el uso de los distintos grupos de inmigrantes.

Del francés
Blusa (blousse), bufete (buffet), camión (camion), ficha (fiche), jardín (jardin), silueta (silhouette), etiqueta (etiquette), etc.

Del inglés
Esmoquin (smoking), túnel (tunnel), fútbol (foot ball), tranvía (tranway), cheque (check), etc.

Del italiano
Brújula (bussola), piano (pianoforte), espiedo (spiedo), espagueti (spaghetti), muzzarela (mozzarella), etc.

Del alemán
Bloque (block), cinc (zink), frac (frack), etc.

Además de las palabras que han aportado a nuestro idioma todas estas lenguas, existen otras que son propias del español y que se han formado a través del uso cotidiano; algunas son derivadas de voces de nuestro propio lenguaje; otras son combinaciones de elementos de distintos idiomas. Como ejemplo de estas combinaciones tenemos: ecografía (latín + griego), televisión (griego + castellano), alcaucil (árabe + español).

lunes, 5 de mayo de 2014

El plural de algunos italianismos: ¿los espaguetis o los espagueti?


Últimos cambios de la nueva edición de la Ortografía de la lengua española de 2010

Antes
No había norma fijada para los sustantivos acabados en -i  procedentes de plurales italianos.

Ahora
Los sustantivos plurales en italiano con la desinencia -i adaptados al castellano como singulares hacen el plural en -s.

Ejemplos:
espagueti > espaguetis
paparazi > paparazis
grafiti > grafitis

Son, pues, incorrectos los plurales del tipo *los espagueti, *los paparazi.

Fuente: Leonardo Gómez Torrego. Ediciones SM.

jueves, 13 de febrero de 2014

Palabras de origen inglés (anglicismos) que deben pronunciarse en español


Váter y dúplex
La diferencia escrita respecto al inglés es la tilde y la transformación de la w en v. Estas palabras llevan tilde porque son graves terminadas en consonante distinta de n o s.

Chárter
La palabra inglesa charter pasó al español con la tilde: chárter (vuelo chárter).

Fax y clip
Estas palabras pasaron al español con la misma grafía que en inglés.

Film
Fue incluida en el Diccionario de la Real Academia (DRAE) de 1992 como alternativa de filme y de película.

Iceberg
La palabra iceberg pasó al español con la misma escritura del inglés; pero como palabra española debe pronunciarse con la fonética española.

Open
En el DRAE aparece con el significado de ‘abierto’ y es correcto utilizarla en frases como open de tenis, open de golf.

Récord
La única diferencia ortográfica de su forma en inglés es que lleva la tilde dado que es una palabra grave terminada en d.

domingo, 22 de enero de 2012

Extranjerismos en español


Los préstamos entre lenguas siempre han existido, es una de las formas más prácticas de satisfacer las necesidades léxicas. Gracias al gran desarrollo de los medios de comunicación, el contacto entre las lenguas hace años que crece, impulsado, además, por la enseñanza de idiomas en las escuelas y el aumento de los establecimientos bilingües.
Estos préstamos extranjeros hoy están presentes en todos los ámbitos: deportivo, musical, mercantil, nuevas tecnologías, etc. Se valen con más frecuencia de ellos quienes tienen menos recursos léxicos para defenderse o quienes los usan para “estar a la moda”.

¿Se deben aceptar o rechazar los extranjerismos?
No hay una sola respuesta, ya que hay que considerar varios matices. Una lengua no posee, hoy, todos los recursos léxicos que necesita, sobre todo, por el rápido avance de la tecnología y las ciencias. Se toman vocablos que constituyen la forma de expresión de algo nuevo: un avance científico, un invento. En estos días es muy frecuente considerar el uso de extranjerismos como sinónimo de modernidad y distinción. Hay personas que se dedican a hacer business, en vez de negocios; pasean en el week-end y no en el fin de semana para volver cargados de souvenirs, en lugar de recuerdos.
Hay que tener en cuenta que usar un extranjerismo no significa una incorrección; en algunos casos sería un uso superfluo cuando no es realmente necesario porque el vocablo existe en la lengua de origen.

Cuando la palabra no existe en la lengua de llegada
Si no existe una palabra adecuada para sustituir el vocablo extranjero, las soluciones pueden ser:
a)      La adaptación fonética y gráfica
b)      El calco (pasar a una lengua un rasgo característico de otra, ya sea fonético, estructural o semántico).

Adaptaciones fonéticas y gráficas más comunes
a)      Transformación de –y en –i: dandi, poni, penalti.
b)      Pérdida de la -t final en palabras comúnmente de origen francés: cabaré, bufé, capó, parqué.
c)      Adición de la –e en palabras que comienzan con s + consonante: esmog, esquí, espaguetis, estéreo.
d)      Los grupos vocálicos se simplifican y adaptan a la pronunciación y grafía española: iglú (igloo), líder (leader), pedigrí (pedigree), rosbif (roast-beef).

Hay palabras que por su facilidad de pronunciación se incorporan sin ningún cambio, como por ejemplo chip, gay, kit, test, web, etc.
Muchos extranjerismos se seguirán usando hasta que no se adapten o se cree el sustituto adecuado: ballet, blog, blash, link, etc.