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sábado, 9 de mayo de 2020

¿Medio cansada o media cansada?


Medio cansada = algo cansada

 Existe un error que solo puede ser detectado cuando lo comete una persona del sexo femenino. Se trata del mal uso de la forma “medio”, en expresiones como estoy media cansada; es media loca; estaba media enferma, etc.

El adverbio medio no tiene accidentes de género y número, por lo tanto, cuando una señora dice estar media cansada usando el adjetivo medio-media, estaría dando a entender que está cansada solo en la mitad (1/2) de su cuerpo. Si, en cambio, ella utiliza el adverbio y dice medio cansada, estará dando la idea de medio = algo. 

martes, 31 de marzo de 2020

¿Estados Unidos, EE.UU. o USA?


Para mencionar al país del norte del continente americano, podemos hacerlo de dos maneras: si decimos simplemente Estados Unidos, nos estaremos refiriendo a una nación, y en ese caso deberemos decir Estados Unidos lanzará otra nave al espacio. Si, en cambio, hablamos de los Estados Unidos, la referencia será a todos y cada uno de los estados que integran la nación, y en ese caso diremos los Estados Unidos lanzarán otra nave al espacio, con el verbo en plural.

Respecto a la escritura del nombre del país, cabe aclarar que la forma EE.UU. responde a la abreviatura “Estados”, con dos “ees” y “Unidos” con dos “úes”, lo mismo que sucede con FF.AA. (Fuerzas Armadas), RR.PP. (Relaciones Públicas); las letras en las siglas se duplican para indicar que es plural.

No es conveniente, en español, usar la abreviatura USA, dado que es representativa del nombre en inglés; pero no está mal utilizar la forma EUA (Estados Unidos de América), denominación que muchos critican alegando que debería ser Estados Unidos de Norteamérica, debido a que en América hay varios estados unidos.


sábado, 7 de marzo de 2020

La ch y la ll, ¿son letras del abecedario?


Últimos cambios de la nueva edición de la Ortografía de la lengua española de 2010

Antes
Tradicionalmente, los dígrafos (conjunto de dos letras que representan un solo fonema o sonido) ch y ll se consideraban letras y se les daba el nombre de che y elle, respectivamente.
Estos nombres se mantienen todavía en la Ortografía de 1999 y en el Diccionario panhispánico de dudas, si bien en estas dos obras se indica por primera vez que, aunque ch y ll siguen considerándose letras en el abecedario, son dígrafos a efectos de ordenación, como así se adoptó en el X Congreso de la Asociación de Academias (1994). Por ello, por primera vez en el DRAE de 2001 las palabras que llevan tales dígrafos aparecen por orden alfabético dentro de las letras c y l, respectivamente.

Ahora
En la Ortografía de 2010 desaparecen del abecedario los nombres de che y elle, por lo que el abecedario español pasa a tener veintisiete letras en lugar de las veintinueve tradicionales:
a, b, c, d, e, f, g, h i, j, k, l, m, n ñ, o p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.
Las formas ch y ll se consideran combinaciones de dos letras para un solo fonema o sonido (dígrafos), y no letras.


Fuente: Las normas académicas: últimos cambios. Leonardo Gómez Torrego. Ediciones SM.



viernes, 10 de enero de 2020

Lenguas que aportaron al español


Si bien el latín aportó las tres cuartas partes de las palabras que forman el castellano, hay otra cuarta parte que, debido a las numerosas invasiones sufridas por el pueblo de la Hispania, también aportó muchas voces a nuestra lengua madre. Son términos que, muchas veces, desconocemos que vienen de otras lenguas y se han integrado a la nuestra, no como sucede actualmente con los extranjerismos, sino desde los comienzos de la formación del español.

Elemento griego
Interviene en la composición de términos cultos, científicos, artísticos, eclesiásticos, etc.
Limosna (eleemosyne), apóstol (apóstolos), Biblia (biblion), fotografía (photós-graphein), meteoro (metéora), profeta (prophétes), etc.
Asimismo, por tradición se usan voces griegas para designar inventos y manifestaciones nuevas de la ciencia, tal como sucede con las palabras estereofonía, cinematógrafo, periscopio, filatelia, etc.

Elemento árabe
Forma parte de miles de palabras que comienzan con el artículo al, y en otras relacionadas con la guerra, el comercio, las ciencias y objetos de uso cotidiano.
Almacén (al mahzan), álgebra (al yebr), aduana (al divân), tambor (tambur), jirafa (zárafa), azúcar (súkkar), albóndiga (al búnduqa), etc.

Elemento godo o germano
Se lo encuentra en la formación de vocablos relacionados con la guerra y en muchos nombres de personas.
Grupo (kropf), guante (want), guerra (werra), orgullo (urguol); entre los nombres propios encontramos Enrique (Haimirich), Fernando (Firthunands), Ramiro (Ramaners), Gerardo (Ger-hard), etc.

Elemento vasco
Ha quedado en nuestra lengua en palabras como ama (amma), boina (boña), cencerro (zinzerri), gorra (gorre), izquierdo (ezker), además de algunos apellidos patronímicos terminados en az, ez, iz, oz y uz.

Elemento hebreo
Aparece en términos relacionados con la religión, topónimos y sobre todo, onomásticos, debido a la gran cantidad de nombres propios que figuran en la Biblia.
Pascua (pesaj), rabino (rabbí), sábado (sábbâth); entre los nombres encontramos Eva (Havva), Ester (Ishtar), Gabriel (Gabri-El), Isabel (Elisheba), etc.

Elemento americano
Son las voces que el conquistador español conoció cuando llegó al continente americano y, por supuesto, incorporó a su propio léxico.
Cacao, cacique, caimán, cancha, chocolate, loro, maíz, morocho, poncho, tambo, yacaré, yapa, etc.

Las lenguas modernas también aportaron algo de su vocabulario a nuestro idioma, y en realidad aún lo siguen haciendo a través de modernos vocablos que constantemente se incorporan al castellano; lo que ahora llamamos extranjerismos, mientras que en otras épocas se introducían por el uso de los distintos grupos de inmigrantes.

Del francés
Blusa (blousse), bufete (buffet), camión (camion), ficha (fiche), jardín (jardin), silueta (silhouette), etiqueta (etiquette), etc.

Del inglés
Esmoquin (smoking), túnel (tunnel), fútbol (foot ball), tranvía (tranway), cheque (check), etc.

Del italiano
Brújula (bussola), piano (pianoforte), espiedo (spiedo), espagueti (spaghetti), muzzarela (mozzarella), etc.

Del alemán
Bloque (block), cinc (zink), frac (frack), etc.

Además de las palabras que han aportado a nuestro idioma todas estas lenguas, existen otras que son propias del español y que se han formado a través del uso cotidiano; algunas son derivadas de voces de nuestro propio lenguaje; otras son combinaciones de elementos de distintos idiomas. Como ejemplo de estas combinaciones tenemos: ecografía (latín + griego), televisión (griego + castellano), alcaucil (árabe + español).

martes, 6 de noviembre de 2018

Lo correcto es vámonos


Uno de los errores más frecuentes en el habla cotidiana es la pronunciación defectuosa de las palabras formadas por la conjunción de verbo + pronombre.

Con el pronombre proclítico (delante del verbo) no hay inconvenientes: nos vamos

Pero cuando el pronombre es enclítico (detrás del verbo), este pierde la s final y debe decirse vámonos. Es considerada vulgarismo la forma vámosnos. De igual forma se comportan otros verbos como: sentémonos, acordémonos, apurémonos, decidámonos.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Después de los dos puntos: ¿mayúscula o minúscula?



La letra mayúscula se escribe después de los dos puntos solamente en los casos siguientes:


  • Cuando preceden a la reproducción de citas o palabras textuales

Como dijo el director: “La educación…”.


  • Después del saludo o encabezamiento de una carta.

Querida amiga: 
Te escribo para comunicarte una feliz noticia…


  • En los documentos jurídicos y administrativos los dos puntos se escriben después del verbo que expresa el motivo del decreto, certificado, etc.

CERTIFICA: / Que la Sra. Alicia Juárez queda excluida…


En el resto de los casos, después de los dos puntos se escribe letra minúscula.


martes, 20 de febrero de 2018

¿Hispanoamérica, Iberoamérica o América latina?


Aunque no lo parezca, existen diferencias entre los términos Hispanoamérica, Iberoamérica y América latina: el primero designa el conjunto de países americanos de lengua española; el segundo, el conjunto de los países que tienen lenguas de la península ibérica, o sea, el español y el portugués; el último, el conjunto de los que hablan lenguas de origen latino, que en el continente americano son el español, el portugués y el francés.

De todas maneras, hay que destacar que estos términos no son excluyentes entre sí, sino todo lo contrario; América latina incluye Iberoamérica que, a su vez, incluye a Hispanoamérica; por lo tanto, es válido llamar latinoamericanos a los hispanoamericanos.


domingo, 11 de junio de 2017

¿Advertir que…o advertir de que…?


Muchas veces se plantea la duda de si el verbo advertir ha de llevar preposición o no.
Las dos construcciones son igualmente correctas, pero tienen empleos distintos. El verbo advertir puede construirse con un complemento directo (sin de) o con un suplemento (con de). La duda surge, especialmente, cuando se trata de una oración subordinada por la conjunción que.
Las normas recomiendan lo siguiente:

Advertir que
Se utiliza advertir que cuando significa ‘percatarse’, ‘reparar en algo’; aquello en lo que se repara se expresa con un complemento directo y no lleva nunca complemento indirecto:
Los delincuentes advirtieron que llegaba la policía.

O cuando lleva complemento indirecto pero significa ‘amenaza’:
Le advertí que no se comportara de esa manera.

Advertir de que
Se usa advertir de que cuando significa ‘hacer que alguien se percate de algo’. Normalmente lleva un complemento indirecto o se sobreentiende:
Alguien les advirtió de que llegaba la policía.

lunes, 24 de octubre de 2016

Uso correcto del español: dudas varias

El idioma español crece y evoluciona día tras día y con él crecen las dudas referidas al mal uso de la lengua.

Hay una gran cantidad de términos y locuciones propios de la expresión oral u escrita, que frecuentemente provocan dudas acerca de su utilización y son causa de los errores más comunes.
La duda se crea, no tanto cuando uno desconoce la forma de decir o escribir algo correctamente, sino cuando los errores se escuchan reiteradamente. Esta reiteración del error es la que crea la duda.

Sustantivos mal usados
  • Hispanoamérica: existen diferencias entre los términos Hispanoamérica, Iberoamérica y América Latina: el primero designa el conjunto de los países americanos de lengua española; el segundo, el conjunto de los países que tienen lenguas de la península ibérica, o sea, el español y portugués; el último, el conjunto de los que hablan lenguas de origen latino (español, portugués y francés).
  • Repulgo: se refiere al “borde labrado que se hace a las empanadas o pasteles con la masa”, debe decirse repulgo, término que proviene de la palabra pulgar, que es el dedo con el que se hace el repulgo. Utilizar el término repulgue es un error.
Adjetivos con dudas
  • Lesa: es frecuente escuchar la expresión “delito de lesa humanidad”, sin saber exactamente qué significa este adjetivo. Lesa equivale a “agraviada, lastimada” y suele aplicárselo con el valor de “delito que agravia a la humanidad o a la Patria”. Su antónimo ilesa es de uso mucho más frecuente y se lo aplica en casos más sencillos como “salir ilesa de un accidente”.
Mal uso de los adverbios
  • Medio cansada: existe un error que solo puede ser detectado cuando lo comete una persona de sexo femenino. Se trata del mal uso de la forma “medio”, en expresiones como estoy media cansada y estaba media enferma.
El adverbio medio no tiene accidentes de género y número, por lo tanto se debe decir medio cansada y estaba medio enferma.
  • Puntualmente: es muy común escuchar decir a alguien que quiere referirse puntualmente a determinado tema. El único significado que la Academia adjudica a esta palabra es el de “con puntualidad”: La ceremonia comenzó puntualmente. La confusión surge, probablemente, del sentido que tiene la palabra puntualizar, que es “referir un suceso o describir una cosa en todas sus circunstancias”. De ahí que esa persona exprese voy a referirme puntualmente al caso, en lugar de voy a referirme concretamente (o detalladamente) al caso.
A lo mejor: esta expresión adverbial equivale a “quizá”, pero a diferencia de ésta, va seguida de un verbo en indicativo y no en subjuntivo: a lo mejor te paso a buscar, pero quizá te pase a buscar.

Uso correcto de los verbos
  • Subjuntivo: es el modo verbal con el que se cometen graves errores, particularmente en el pretérito imperfecto, en frases como el discurso que pronunciara el presidente, en lugar de el discurso que pronunció el presidente. La utilización equivocada de este tiempo verbal proviene de la Edad Media española, durante la cual “amara” equivalía a “había amado”.
  • Vámonos: uno de los errores más frecuentes en el habla cotidiana es la pronunciación defectuosa de las palabras formadas por la conjunción de verbo + pronombre. Con el pronombre proclítico (adelante del verbo) no hay inconvenientes: nos vamos. Pero cuando el pronombre es encíclico (detrás del verbo), éste pierde la s final y debe decirse, vámonos. Lo mismo sucede con sentémonos, acordémonos, decidámonos.
Verbos que no los son
  • Nuclear: la única función que cumple este término, según el DRAE, es la de adjetivo: “perteneciente o relativo al núcleo”. Son incorrectas las interpretaciones de nuclear, como verbo, en los significados de “agrupar, congregar”: la entidad que nuclea a los jugadores de fútbol, lo mismo que en el sentido de “dirigir, comandar”: la agrupación que nuclea el dirigente sindical.
El español es una lengua compleja y cada día que pasa se hace más difícil escuchar o leer un correcto español.
Y lo más grave es que los errores muchas veces parten de los medios masivos de comunicación, justamente desde los lugares que debieran ser ejemplos de usos y formas del idioma.

martes, 20 de septiembre de 2016

Uso correcto del prefijo post- /pos-. Ejemplos



El prefijo latino post-/pos-  significa “detrás de” o “después de”. Si bien las dos formas son válidas la Real Academia Española aconseja utilizar pos-  cuando la palabra a la cual se adiciona comienza por consonante o vocal: posmoderno, posbélico, posdata, posmeridiano, posverbal, posoperatorio, postraumático, etc.

  • Cuando el prefijo pos- se une a una palabra que empieza por s-, se aconseja utilizar el prefijo post- para evitar la unión de dos eses: postsocialismo, postsoviético. 

  • Cuando el prefijo se une a una palabra que empieza por r-, esta letra queda simple y no debe duplicarse, ya que el sonido de la r-  simple precedida de s-  es de por sí fuerte: posromántico, posrealismo.


Cuándo el prefijo post-/pos- se escribe con guion

  • Cuando la palabra base es una sigla o un nombre propio de una sola palabra el prefijo se une a la palabra mediante el guion: pos-Napoleón, pos-OTAN.

  • Cuando la base está formada por más de una palabra, el prefijo se escribe separado por un espacio y sin guion: pos Primera Guerra Mundial, pos pena de muerte.


Fuente: Diccionario panhispánico de dudas, 2005. Real Academia Española

lunes, 12 de septiembre de 2016

Cómo se escriben las horas en español


La hora se puede expresar de dos formas:


  • En letras: usando solamente los números del 1 al 12 y aclarando el momento del día (de la mañana, de la tarde, de la noche, de la madrugada):

Se casaron a las diez de la mañana.
La clase de gimnasia comienza a las tres de la tarde.
No llega a casa hasta tarde, lo puedes encontrar recién a las diez de la noche.
Salieron muy temprano de viaje, serían las cuatro de la madrugada.


  • En cifras: en este caso hay que colocar detrás de los números las abreviaturas a.m. y p.m. (ante meridiano y pos meridiano, respectivamente) para que no dé lugar a ambigüedades:

El avión sale a las 6.30 a.m.
Empieza a trabajar a las 9.00 p.m., hace el turno de la noche.

Cuando nos referimos a las fracciones horarias, se deben usar las expresiones en punto, y cuarto, y media y menos cuarto.

Si se utilizan los números del 0 (para las doce de la noche) al 23 no es necesario hacer aclaraciones adicionales ya que a cada hora del día le corresponde un número diferente (16.00, 20.00).

Las horas de los minutos se pueden separar con punto (8.30) o dos puntos (8:30). Esta última fórmula se ha extendido por el uso de los relojes digitales.

Fuente: Diccionario panhispánico de dudas (DPD), 2005

 

martes, 6 de septiembre de 2016

Diferencia entre “a favor” y “en favor”


Las formas a favor  en favor  solo son equivalentes en algunos contextos.

Con el significado ‘en beneficio o provecho de alguien’, las locuciones a favor  en favor  se pueden usar indistintamente. En este caso se construyen siempre con un complemento introducido por de  o por un posesivo: en favor de, a favor de, en su favor, a su favor.

En cambio, si se quiere decir ‘en el mismo sentido que una fuerza o corriente y recibiendo, por tanto, su ayuda’ («Se fue caminando a favor del viento, como un velero»), no es admisible el uso de  en favor de.


Fuente: Fundéu BBVA. www.fundeu.es