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viernes, 12 de junio de 2020

Proposiciones subordinadas sin nexo


Hay diferentes casos en que las proposiciones subordinadas sustantivas aparecen sin nexo:

Que omitido
Se puede omitir el nexo en los casos en que la subordinada lleva en verbo en subjuntivo:
Me reconocieron y me rogaron me detuviera. (subordinada sustantiva de objeto directo)

Estilo directo
En el objeto directo se reproducen textualmente las palabras dichas por el sujeto:
-Estás equivocada- le dije.

Construcciones absolutas
Se reconocen porque tienen un sujeto y un predicado que no es verbal; puede ser nominal, adverbial o verboidal. Cumplen una función en la oración. Como admiten la participación en sujeto y predicado, se las considera subordinadas sin nexo.

Con infinitivo
La encontré al salir ella de la facultad. (subordinada sustantiva de término)

Con participio absoluto
Llegadas las naves a la costa, Ulises bajó a tierra. (subordinada adverbial de tiempo)

Con gerundio
Habiendo quedado abierta la puerta, un ladrón entró. (subordinada adverbial causal)

Con predicado nominal o adverbial
Permaneció callado, confuso el pensamiento.

En las oraciones unimembres con hacer
Son siempre adverbiales de tiempo. Pueden ser circunstanciales:
Hace mucho vivía aquí.

miércoles, 17 de abril de 2013

Verbos con complemento de régimen. Ejemplos


Los complementos encabezados por preposiciones, que son obligatorias para ciertos verbos, reciben el nombre de complementos de régimen.

asistir a
gozar de
provenir de
aludir a
sospechar de
reparar en
concurrir a
desconfiar de
creer en
soñar con
carecer de
comenzar con
apelar a
abusar de
contrastar con
equivaler a
renegar de
incurrir en
gustar de
prescindir de
contar con
diferir de
coincidir en
visitar a


domingo, 27 de mayo de 2012

Tema y foco: definición y ejemplos


Generalmente un hablante relaciona o conecta una oración con el discurso previo (es decir, lo contextualiza). Esta contextualización puede darse a través de dos tipos de relaciones:

Retomar un constituyente del discurso previo como punto de partida para la oración que sigue (porque se lo menciona directamente o porque se lo puede inferir).

Contrastar un constituyente ya mencionado con otro de la misma clase semántica y ponerlo de relieve para que niegue al anterior.

Tema
Es el constituyente que funciona como tema de partida. El tema brinda información ya conocida y establece aquello de lo que va a tratar el resto de la oración.

Foco
Es el constituyente que brinda información nueva. El foco tiene valor contrastivo; la información nueva que brinda establece una relación negativa con el contexto previo. Niega un elemento previo o una inferencia posible. El foco aparece marcado por recursos fonológicos (énfasis en la entonación) y sintácticos (orden de palabras, estructuras sintácticas de relieve).

Consideremos las siguientes oraciones:

a) Ariel detesta el brócoli.
b) El brócoli, Ariel lo detesta.
c) Ariel lo detesta, el brócoli.
d) Es el brócoli lo que detesta Ariel.
e) El brócoli detesta Ariel, no los alcauciles.

Todas estas oraciones comparten el mismo significado proposicional, es decir, se manifiesta como verdadero el mismo enunciado que se entiende claramente en a). Asimismo, a) es neutra, no presenta ninguna marca temática, puede iniciar un discurso y se adecua a variados contextos.
Las oraciones b), c), d) y e) tienen un orden marcado. Transmiten un significado adicional al preposicional y, por lo tanto aparecen en contextos más restringidos. Distribuyen y presentan información de tal manera que dan por conocida cierta información por parte del oyente, destacan o contrastan otra.
Por ejemplo, en b) y c) el objeto directo se encuentra corrido de su ubicación habitual o esperable. La información que este transmite es tratada como conocida y aparece duplicada por el pronombre clítico. Son estructuras tematizadas. Es decir, estas oraciones aparecerían en un contexto en el que ya se está hablando de “brócoli”.
En el caso de d) y e) “el brócoli” es tratado como foco, y son estructuras focalizadas. Se daría, por ejemplo, en una conversación en la que se estuviera hablando de “alcauciles”.

martes, 10 de abril de 2012

Proposiciones subordinadas adverbiales

Funcionan como un adverbio. Pueden estar encabezadas por nexos relacionantes, subordinantes o bien no tener ningún nexo. Para reconocerlas se puede emplear el método de sustitución, que en este caso será por un adverbio.

Temporales
Pueden funcionar como circunstancial de tiempo (1), predicado no verbal adverbial (2), aposición de un adverbio (3) o término de un complemento (4).
Cuando llegaste yo ya había salido. (1)
Después que se atraviesa la frontera, la libertad. (2)
Hoy, cuando me lo dijiste, sentí miedo. (3)
Estaré hasta cuando pueda quedarme. (4)

Locativas
Pueden funcionar como circunstancial de lugar (1), predicado no verbal adverbial (2), aposición de un adverbio (3) o término de un complemento (4).
Llévame adonde quieras. (1)
La felicidad, donde tú estás. (2)
Estamos aquí, donde nadie pudo llegar antes. (3)
Vive por donde el diablo perdió el poncho. (4)

Modales
Pueden funcionar como circunstancial de modo (1), predicado no verbal adverbial (2), aposición de un adverbio (3) o modificador directo de un adjetivo (4).
El cielo se oscureció como si fuera de noche. (1)
El problema, como te lo cuento. (2)
Así, conforme te digo, fueron las cosas. (3)
Él es bueno como hay pocos. (4)

Cuantitativas
Pueden desempeñarse como circunstancial de cantidad (1) o aposición de un adverbio (2).
Trabajé cuanto pude. (1)
Trabajé mucho, cuanto pude. (2)

Causales
Pueden cumplir las funciones de circunstancial de causa (1), modificador directo de un adjetivo o adverbio (2) o modificador del núcleo oracional (3). En este último caso, no modifica al verbo solamente sino a toda la oración; no tiene función, ya que están fuera del sujeto y fuera del predicado.
Estoy muy ocupado y no voy porque allí me tratan mal. (1)
Vete que no quiero verte. (1)
Yo soy feliz porque me quieren. (2)
Debido a que no viniste, se suspendió la fiesta. (3)

Estas proposiciones modifican al núcleo oracional. Semánticamente, indican una posibilidad, una hipótesis, que incide en el núcleo oracional. En las proposiciones condicionales, para que se cumpla lo expresado en el núcleo oracional se debe cumplir lo indicado en la proposición. Siempre van separadas por coma de la oración principal. El encabezador más común es si, pero hay otros como siempre y cuando, siempre que, con tal que, como.
Lograrán el objetivo, siempre que trabajen.
En estas proposiciones, lo expresado por el núcleo oracional se cumple sin tener en cuenta lo establecido por la proposición. Están separadas del núcleo oracional por coma. El encabezador más común es aunque, pero hay otros como a pesar de que, aun cuando.
Aunque me lo pidas, no iré.
A pesar de que se fue enojado, va a volver.

Proposiciones subordinadas consecutivas


Indican la consecuencia o cualidad de un elemento destacado en la oración. Siempre están encabezadas por el subordinante que; suelen funcionar como complementos de un antecedente intensificador de cantidad o cualidad: tantos/a/s, tan, tal, cada; el intensificador no necesariamente debe estar junto al subordinante y puede ser determinante o adverbio; sobre él recae el acento principal de la oración, reflejo del carácter enfático de la construcción:

Tanto bailó que se cansó. (Tanto es un adverbio que modifica al verbo).
Esa mujer era tan linda que todos la miraban. (Tan es un adverbio que modifica al adjetivo linda).
Se llevó tal susto que se desmayó. (Tal es un determinante del sustantivo susto).

El artículo indefinido un puede funcionar también como antecedente de las consecutivas:
Tengo un hambre que me comería todo.
También pueden servir de antecedente las locuciones de modo, de manera, de forma, de suerte, etc.:
Hizo todo de forma tal que la felicitamos.

Las proposiciones adverbiales consecutivas suelen asociarse a las adverbiales comparativas debido a que ambos tipos modifican a un intensificador para expresar el énfasis pragmático en la cantidad o en la cualidad:
La segunda parte me gustó tanto como la primera. (Comparativa)
La segunda parte me gustó tanto que me compré el DVD. (Consecutiva)
Me dijo cada cosa que me quedé sin palabras.
Tu hermano es tal como me contaste.

El valor pragmático de los intensificadores es tan enfático, que muchas veces se elimina la consecutiva:
¡Se llevó tal susto!
¡Tengo un hambre!
¡Me dijo cada cosa!

jueves, 5 de abril de 2012

Proposiciones subordinadas relativas


Las proposiciones subordinadas relativas son introducidas por un pronombre relacionante. Las relativas suelen modificar a un antecedente. Si el antecedente no aparece, se las considera libres.

Relativas adjetivas (con antecedente)
La proposición relativa desempeña en la oración generalmente la función de un adjetivo, por lo tanto modifica directamente a un sustantivo denominado antecedente. Está encabezado por un pronombre relativo, que remite al antecedente y puede ser reemplazado por él. En la oración, cumplen la función de atributo o modificador directo.

En los siguientes ejemplos, el antecedente está indicado con negrita y la proposición subordinada adjetiva está entre paréntesis dentro de la oración.
Una mujer, (que me miró sorprendida), me abrió la puerta. (La mujer me miró sorprendida).
Me saludó mi vecino, (al cual no reconocí). (No reconocí a mi vecino).
El rosal (cuyas flores florecen) es codiciado por todos. (Las flores del rosal florecen).
El joven (de quien todos se burlaban) sacó el premio. (Todos se burlaban del joven).

Relativas sustantivas o libres (sin antecedente)
Cuando no hay antecedente expreso, tenemos una subordinada sustantiva reemplazable por este /esta /estos/estas/esto. Si funciona como sujeto, el relativo concuerda con él en número y persona.
(El que vino ayer) se llama Sergio. Este se llama Sergio.
(Los que vinieron ayer) son Sergio y Pedro. Estos son Sergio y Pedro.

Relativas adverbiales con o sin antecedente
Las relativas adverbiales son: temporales (introducidas por cuando), modales (introducidas por como) o locativas (introducidas por donde).

Generalmente las relativas adverbiales tienen como antecedente un pronombre adverbial, del que precisan la referencia.
Vine justo (cuando me llamaste).
Lo hice así (como me dijiste).
Fuimos allí (donde nos dijiste).

Cuando la relativa adverbial no cuenta con antecedente, hablamos de proposiciones adverbiales propias.
Lo hice (como dijiste).
Fuimos (donde nos dijiste).
Vine (cuando me llamaste).

Proposiciones subordinadas sustantivas

Las proposiciones subordinadas son construcciones incluidas en una oración que, en general, poseen verbo y responden al análisis de la oración simple. Las sustantivas desempeñan en la oración la función de un sustantivo. Sus funciones son las que cumple el sustantivo en la oración: sujeto, aposición, objeto directo, predicativo, predicado no verbal nominal, término de un complemento.

Se pueden reconocer reemplazando la proposición por el pronombre neutro esto.

Con función se sujeto:
(Que hayas mentido) me molestó mucho.

Con función de objeto directo:
Dijo (que su marido no había estado en su casa aquellos días). Dijo esto.
Estas subordinadas pueden funcionar en el estilo indirecto como interrogativas y exclamativas indirectas.
El recepcionista me preguntó (si te quedabas en el hotel).
Me confesó (cuánto me quería).

Con función de aposición:
Esto, (que me hayas mentido), me molestó mucho.

Con función de predicativo:
La solución era (que me comprendieras). La solución era esta.

Con función de término:
Estas proposiciones se pueden encontrar en la función término de un modificador indirecto o de un circunstancial.
Ciertas tardes tenía la impresión de (que la luz desaparecía).

Con función de predicado no verbal nominal:
(Que hayas venido), una alegría.