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martes, 14 de abril de 2020

Preposiciones que acompañan distintos verbos

Algunas preposiciones son exigidas por un verbo en forma obligatoria, por ejemplo, constar de; en otros, el verbo alterna en su uso con o sin preposición: creen en algo/creer algo.

En general, la preposición que acompaña a estos verbos carece de significado, y este hecho es, precisamente, el que hace que no sea intercambiable por otra. Con todo, en algunos casos, estos complementos pueden establecer diversas relaciones de sentido. Por ejemplo en: Usted puede contar con ella, con indica “compañía”; en Hablemos de otra cosa, de indica “tema”, o en Diríjase a quien corresponda, a significa “destinatario”.

Verbos con la preposición a
Responder a, aludir a, apelar a, obligar a, dar a, acostumbrarse a:
¿Respondió a tu pregunta?
Aquí no se alude a mi artículo sobre el modernismo.
Apeló al recurso de quedarse callado.
Me obligaron a saludarlo.
Las ventanas dan a la calle.
No logro acostumbrarme a este clima húmedo.

Verbos con la preposición de
Carecer de, depender de, requerir de, constar de, tratarse de, darse cuenta de, acordarse de, quejarse de:
Esa persona carece de autoridad para impartir órdenes.
Mi decisión depende de la tuya.
Los ancianos requieren de mucho cuidado.
La obra consta de tres actos.
¿De qué se trata la película?
No se acuerda de nada.

Verbos con la preposisicón en
Coincidir en, insistir en, fijarse en, confiar en, consistir en, empeñarse en:
Coincido con usted en que es mejor votar en blanco.
Insistía en llamarme a toda hora.
¿Se fijó en ti alguna vez?
Después de tantas malas experiencias, ya no confío en nadie.
El trabajo consistió en reparar la terraza.
Se empeñó en la construcción de esa torre.

Verbos con la preposición con
Contar con, contrastar con, tropezar con, terminar con, casarse con:
Siempre que lo necesites, puedes contar conmigo.
El pretérito indefinido contrasta con el pretérito imperfecto.
Iba caminando y tropezó con un cable caído.
Quería terminar con todos los prisioneros antes de que llegaran los aliados.

martes, 25 de febrero de 2020

Comparativas: ¿Igual que o igual a?



La palabra igual es un adjetivo que significa “que tiene las mismas
características que o que equivale a otra”. Cuando la estructura tiene sentido comparativo, el segundo término puede ir introducido por la preposición a o la conjunción que.
 
Cuando es igual usar que /a

  • Si el segundo término es un sustantivo o un pronombre es válido usar que o a. Por ejemplo:


Las madres son iguales que las hijas, pero con treinta años más.

Estos colores son iguales que los de la casa.

Las condiciones de los gemelos son iguales a las de los otros niños.

La relación con Julián era igual a la que yo había tenido con mi hermano.


Cuando se utiliza solo la preposición a

·      Se emplea cuando se expresa una igualdad matemática, una equivalencia, no una comparación:

Un metro es igual a 3,28 pies.

Cuando se utiliza solo la conjunción que

  • Si el primer término de la comparación es toda una oración, el sustantivo que aparece como segundo término se introduce únicamente mediante la conjunción que:


No es igual comprar uvas que sandía.

No es igual ser amigo que padre.


  •  Si el segundo término es una oración subordinada con verbo en infinitivo:

No es igual ir que venir.

  • ·Si el segundo término es un complemento preposicional o una expresión adverbial:

Es igual en la escuela que en la casa.

Es igual azul que celeste.

Además de adjetivo, la palabra igual puede funcionar como adverbio y significa “de la misma manera”. En este caso solo se puede utilizar que:

Los hijos se comportan igual que sus padres.

La locución adverbial igual de

  • Se usa con adjetivos, adverbios o sustantivos no contables con sentido equivalente a tan(to):

Nadie lo podrá hacer igual de bien que Ariel.

Estos perros son igual de inquietos que su dueño.

Fuente: Diccionario panhispánico de dudas (DPD), octubre 2005

jueves, 1 de noviembre de 2018

Conque, con que y con qué


Conque
Conjunción consecutiva equivalente a así que, por consiguiente, por lo tanto, de ahí que, de modo que, etc.
El agua está muy caliente, conque mucho cuidado.
No tienes razón, conque cállate.
Estoy enfadado, conque déjame en paz.
No había nadie, conque me marché.

Con que
Preposición con + relativo que
Ese es el pantalón con (el) que saliste ayer. (= con el cual)
La seguridad con que lo dijo me desarmó.
La ayuda con que contaba, no llegó.

Preposición con + conjunción que
En este caso se utiliza como introducción en las oraciones subordinadas sustantivas.
Para mí es suficiente con que ustedes me comprendan (= basta con que).
Con que el examen sea en esta semana, es suficiente.

Con qué
Preposición con + pronombre interrogativo/exclamativo qué
¡Mira con qué se vino!
¿Con qué has hecho este dibujo?
¡Con qué seriedad trabaja!

viernes, 1 de junio de 2018

Cuándo lleva “a” el objeto directo


Cuando el verbo de la oración es transitivo, el objeto se llama directo, y responde a las preguntas ¿qué?, si es cosa, o ¿a quién?, si es persona.

El profesor prohibió usar el diccionario.
¿Qué prohibió? Usar el diccionario.

El gobierno no ofrece servicios sociales.
¿Qué no ofrece? Servicios sociales.

El director saludó a los alumnos.
¿A quién saludó? A los alumnos.

El niño convenció a su madre.
¿A quién convenció? A su madre.

Cuando el objeto directo es persona es importante escribir la a, pues de no hacerlo, se pueden confundir sujeto y objeto directo. El sujeto responde a la pregunta quién o quiénes y el objeto directo, a las preguntas qué o a quién/quiénes.


viernes, 2 de febrero de 2018

Recordar / acordarse de. Recordarle algo a alguien


Los verbos recordar y acordarse de son sinónimos. La diferencia entre ambos es sólo de forma: acordarse de es pronominal y se construye siempre con la preposición de:

Recuerdo aquellas vacaciones. = Me acuerdo de aquellas vacaciones.

La expresión recordarle algo a alguien es causativa, es decir, el hablante hace o produce un efecto sobre el oyente:
Le recordé que tenía que tomar el medicamento.
Le hice recordar que tenía que tomar el medicamento.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Uso de las preposiciones de, desde, a, hasta


Las preposiciones de, desde, a y hasta marcan un límite inicial y final en el espacio y en el tiempo.

Origen espacial
Tanto la preposición de como desde introducen el origen o límite inicial de un movimiento. La diferencia principal entre ambas preposiciones es que desde mide una trayectoria o una extensión espacial a partir de su inicio y hasta otro punto determinado.
a) Vengo de casa.
b) Vengo desde casa.
La oración a) expresa que hay un espacio (casa) del que nos hemos alejado, mientras que en b), además de la idea de alejamiento de un espacio, hay también un significado de extensión de la trayectoria y de casa como punto de inicio del movimiento.

Entonces, en los contextos en los que se excluye la extensión puede aparecer solo de (c), mientras que en los que implican extensión puede aparecer solo desde (d).
c) Soy de Perú.
d) Observaba la ciudad desde la ventana.

Límite temporal inicial y final
Las preposiciones desde y hasta sirven para introducir el límite inicial y final, respectivamente, no solo de un movimiento en el espacio sino también en el tiempo. Así, desde mide una extensión temporal a partir de su inicio y hasta otro momento determinado. Por lo tanto, es compatible solo con eventos no puntuales. Para indicar el límite inicial de un evento puntual se usa la preposición a (comienza a las diez).
Está estudiando desde las ocho.
Están llegando noticias sobre el terremoto desde ayer.

Desde y hasta introducen tres complementos de límite temporal
  • Desde/hasta + sintagma nominal o adverbial de tiempo: desde hoy, desde el martes; hasta las cinco, hasta el domingo.
  • Desde/hasta + hace + cantidad de tiempo: desde hace dos semanas; hasta hace una hora.
  • Desde/hasta + que + oración: desde que me divorcié, desde que llegaste.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Verbos que exigen la preposición a, de, en, con o por


Verbos que exigen la preposición a
Acceder, acostumbrarse, animar, apresurarse, aspirar, atreverse, ayudar, brindarse, comenzar, comprometerse, condenar, contribuir, dar lugar, decidirse, dedicarse, disponerse, empezar, esperar, habituarse, incitar, inducir, instar, invitar, jugar, limitarse, negarse, obligar, oponerse, pasar, renunciar, resignarse, someterse, tender, unirse.

Verbos que exigen la preposición con
Casarse, comparar, contar, enfadarse, quedar, quedarse, soñar, tropezar.

Verbos que exigen la preposición de
Abstenerse, acabar, acordarse, acusar, alegrarse, arrepentirse, asombrarse, asustarse, avergonzarse, cansarse, cesar, cuidar, darse cuenta, dejar, despedirse, dudar, enamorarse, encargarse, enterarse, hartarse, maravillarse, olvidarse, pasar, presumir, quejarse, reírse, tener ganas, tratar.

Verbos que exigen la preposición en
Confiar, consistir, empeñarse, entrar, fijarse, interesarse, molestarse, obstinarse, participar, pensar, quedar, quedarse, tardar.

Verbos que exigen la preposición por
Acabar, afanarse, comenzar, desvivirse, empezar, interesarse, luchar, pasar, preocuparse, votar.

lunes, 2 de octubre de 2017

Preposiciones en, sobre, encima de: usos y contrastes


Las partículas en, sobre y encima de denotan que el elemento que está delante de la preposición, ocupa una posición superior al término de la preposición o elemento que sigue. 
Por ejemplo en:
Dejé las llaves (en / sobre / encima de) la mesa;
el elemento -las llaves- ocupa una posición superior respecto a la mesa, que es el término de la preposición.

Cuándo usar las preposiciones en, sobre y encima de
Para diferenciar los usos de en, sobre y encima de hay que tener en cuenta dos factores: la existencia o no de contacto y la situación en el plano horizontal o vertical.

1) Existencia o no de contacto
Escribí su número de teléfono en la agenda.
Metí la carta en el sobre.
La preposición en implica contacto entre el elemento y el término de la preposición, mientras que con las preposiciones sobre y encima de puede haber contacto (a) o no (b) entre los dos elementos:
(a) Ha puesto en libro (en / sobre  /encima) de la mesa.
(b) * El avión pasó volando en sus cabezas.
        El avión pasó volando sobre sus cabezas.
        El avión pasó volando por encima de sus cabezas.

La preposición en puede tener también el significado de “dentro de”, mientras que sobre y encima de no pueden tener nunca este significado:
He guardado las servilletas en el cajón.
* He guardado las servilletas sobre / encima del cajón.

2) Situación de los elementos en el plano
Con sobre y encima de al menos uno de los dos elementos tiene que indicar horizontalidad, mientras que con la preposición en ambos elementos pueden indicar verticalidad:
En el tablón de anuncios hay un cartel con los horarios.
Encima del tablón de anuncios hay un cartel con los horarios.
* Sobre el tablón de anuncios hay un cartel con los horarios.

A diferencia de en, tanto sobre como encima de pueden indicar posición superior no física, sino figurada:
Sobre él / Por encima de él está solamente el director general.

Otros valores de las preposiciones en y sobre
Además del valor de posición espacial superior, estas partículas pueden tener otros valores y aparecer en otros contextos en los que no son intercambiables.

En de situación:
Se ha quedado en casa.
* Se ha quedado sobre casa.
* Se ha quedado encima de casa.

En temporal:
En dos horas estoy allí.
* Sobre dos horas estoy allí.
* Encima de dos horas estoy allí.

En de manera o medio:
Está escrito en francés.
Tienes que lavarlo en agua caliente.

Sobre equivalente a “acerca de”:
Me ha contado todo sobre él.

Sobre delante de los numerales para indicar aproximación:
Volveré sobre las tres y media.

(*) Estructura agramatical

lunes, 4 de septiembre de 2017

Preferir a o preferir que: usos y ejemplos


El verbo preferir tiene un significado que le permite establecer comparaciones de desigualdad, por lo que muchas veces se vacila entre usa la preposición a o la conjunción que.
 
Las normas señalan lo siguiente:
  • Si son dos sustantivos los que entran en la comparación, debe usarse a y no que:
Prefiero las verduras a la carne.
  • Si son dos adjetivos los comparados, son admisibles tanto la preposición como la conjunción:
Prefiero un médico amable que sabio.
Prefiero un médico amable a sabio.
  • Cuando se comparan dos infinitivos, son aceptables a y que siempre que no se omita el segundo de ellos:
Prefiero salir con ellos a quedar solo en casa.
Prefiero salir con ellos que quedar solo en casa.
Si se omite el segundo infinitivo, solo es posible que, sobre todo si este lleva un complemento preposicional:
Prefiero salir con ellos que con vosotros.
  • Cuando la comparación se establece entre preferir y otro verbo en modo subjuntivo, se puede emplear a para evitar la repetición de que, pero no se considera incorrecta la repetición:
Prefiere que la odien a que la ignoren.
Prefiere que la odien que que la ignoren.
  • Si en cualquiera de estas construcciones se introduce un no, solo es posible que:
Prefiero las verduras que no la carne.
Prefiero un médico amable que no sabio.
Prefiero salir con ellos que no con vosotros.
Prefiere que la odien que no que la ignoren.

martes, 2 de mayo de 2017

Preposiciones por y para: ¿cómo distinguir la causa de la finalidad?

Sabemos que por  introduce una causa y para una finalidad. En consecuencia, para poder usar correctamente por y para en estos contextos, resulta imprescindible saber distinguir la causa de la finalidad.

Causa y finalidad
Son conceptos tan próximos que en muchas lenguas se usa una única preposición para introducir ambas nociones. En español, donde se diferencia por y para, la proximidad entre los dos conceptos se manifiesta, por ejemplo, en el hecho de que se puede preguntar por una causa y contestar con una finalidad y viceversa:

¿Para qué vas al médico?
Porque me duele la cabeza.

¿Por qué vas al médico?
Para que me haga una radiografía.

Por esta razón no siempre es fácil distinguir las dos nociones. Por ejemplo, si nos preguntamos si en una frase como María abrió el bolso para sacar las llaves (c), tenemos causa o finalidad podríamos pensar que es finalidad siguiendo un razonamiento como el de (a) o podríamos razonar como en (b) y pensar que se trata de causa.

a) María abrió el bolso con la intención, con el objetivo de sacar las llaves.
b) María quería sacar las llaves y esa es la razón por la que abrió el bolso. No lo abrió porque sí, sino guiada por un motivo bien preciso: sacar las llaves.

Aparentemente ambos razonamientos parecen correctos. Sin embargo, a pesar de su proximidad conceptual, algo no puede ser causa y finalidad al mismo tiempo.

Hay dos rasgos fundamentales que nos permiten distinguir la causa de la finalidad:
  • Temporalidad (anterioridad y posterioridad)
  • Intencionalidad

Anterioridad y posterioridad

La causa tiene que ser siempre anterior a la consecuencia,
mientras que la finalidad debe estar orientada hacia el futuro.

A Paco le pusieron una multa por estacionar en doble fila.
La relación temporal es “primero estaciona y luego le ponen la multa” lo que nos dice que estamos ante una causa y tenemos que usar por.

Vamos al restaurante para comer.
La relación temporal es “primero voy al restaurante y después como”; estamos, entonces, ante una finalidad y, en consecuencia, tenemos que usar la preposición para.

Una consecuencia gramatical importante de lo anterior es que detrás de por se puede usar un infinitivo simple o compuesto, mientras que detrás de para puede aparecer solo un infinitivo simple:
Le pusieron una multa por haber estacionado en doble fila.
*Vamos al restaurante para haber comido.

Cuando para va seguida de infinitivo compuesto, tiene valor concesivo:
Para haber corrido tanto, no estoy muy cansada.

Después de esta explicación y volviendo al ejemplo de María abrió el bolso para sacar las llaves, es fácil comprobar que se trata de finalidad: María abre el bolso y después saca las llaves. La anterioridad o posterioridad bastan para diferenciar de manera inmediata la causa de la finalidad. Sin embargo, hay una segunda diferencia fundamental entre ambas nociones: la intencionalidad. Esta diferencia nos ayudará a descubrir por qué el razonamiento según el cual sacar las llaves en (c) es una causa, era un razonamiento equivocado, si bien está aparentemente bien fundado.

La intencionalidad
En la finalidad hay intencionalidad, voluntad; en la causa, no. En consecuencia, cualquier oración final pura puede transformarse en una oración causal añadiendo lo que le falta: la voluntad. Así, por ejemplo:
Voy al restaurante para comer. Voy al restaurante porque quiero comer.
María abrió el bolso para sacar las llaves. María abrió el bolso porque quería sacar las llaves.

El razonamiento con el que se defendía la causalidad de María abrió el bolso para sacar las llaves (“María quería sacar las llaves y esa es la razón por la que abrió el bolso”) convertía la finalidad en causa al añadir un verbo de voluntad.

Fuente: Gramática de referencia de la lengua española. María Lozano Zahonero. Ed. Hoepli.
 

domingo, 26 de marzo de 2017

Locuciones preposicionales o prepositivas de tiempo


Este tipo de locuciones son grupos de palabras que adquieren conjuntamente el sentido y el funcionamiento gramatical de las preposiciones.

A
Horas y tiempo puntual: A las seis de la mañana.
Al + infinito = cuando: Al salir de trabajar nos fuimos a tomar algo.
Futuro en relación al pasado: Al día siguiente se marcharon.
Frecuencia: tres veces a la semana, dos veces al día.
Edad que se tiene durante la realización de algo: A los 15 años escribía poesías.

Al cabo de
Futuro en relación al pasado: Fue a Madrid y al cabo de un mes regresó.

Con
Edad que se tiene durante la realización de algo: Se casó con solo 23 años.

De
Ausencia / presencia de luz solar: Se levantaban de madrugada.
Hora respecto a una parte del día: Son las seis de la tarde, me marcho ya.
Origen: Esta tradición viene de la Edad Media.

Dentro de
Tiempo que tiene que transcurrir para que ocurra algo. Futuro en relación al presente: Dentro de un mes habrá elecciones.

Desde / desde hace + espacio de tiempo
Origen + duración: Estoy esperando desde hace media hora.

Desde…hasta / de…a
Ambas + artículo si se trata de horas o días.
Horarios: Trabajamos de lunes a viernes, desde las ocho hasta las dos.

En
Expresiones de tiempo mayores del día que no son días ni horas: En verano vamos a Perú, pero este año no podemos ir.
Tiempo que se tarda en la realización de algo: Lo hizo en cinco minutos.

Hasta
Límite temporal que no se sobrepasa: Se despidió hasta la noche.

Sobre = hacia
Hora o fecha aproximada.
Tiempo aproximado: Vendré sobre / hacia las dos.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Mal uso de las preposiciones


En el idioma español, no hay reglas que rijan las preposiciones, lo cual ocasiona muchas confusiones y dudas. Aquí, algunos ejemplos:

Ayudar a / ayudar en
Ayudó a su amigo a estudiar.
Ayudó a su amigo en su estudio.
Las dos formas son correctas. El verbo ayudar se construye con el complemento directo (a su amigo) y otro complemento encabezado por “a” si lo que sigue es un verbo en infinitivo (estudiar). Si lo que sigue es un sustantivo (estudio) se puede utilizar “a” o “en”, según el caso.

A nivel de
El sustantivo nivel significa “altura”, “grado, categoría o situación”. No debe utilizarse “a nivel de” cuando no alude a estos significados.
Frases como: a nivel de escuelas, las privadas funcionan mejor, o el tema se tratará a nivel oficial, son incorrectas. Debe decirse: en los hospitales, la sanidad funciona mejor y el tema se tratará en medios oficiales.
“A nivel de” es correcto usarlo en expresiones como: a nivel del mar, estamos a nivel europeo, llegaré al nivel de mis hermanos.

¿Se discrepa de o se discrepa con alguien?
El verbo discrepar significa disentir y es regido por la preposición de. Se discrepa del parecer o de la conducta de alguien: discrepo de alguna de sus ideas.

Con base en
Es una expresión de uso generalmente militar, para señalar el lugar en donde se encuentran los equipos como punto de partida para ciertas operaciones: la aviación nacional, con base en Córdoba.
También es utilizada en el lenguaje jurídico, con el significado de “con apoyo o fundamento en”: este tratado se puede realizar con base en el derecho internacional.
No hay motivo para censurar esta expresión porque la noción de “apoyo” está presente en la palabra base, pero la RAE prefiere el uso de expresiones como: sobre la base de, en función de, basándose en.
Sí es censurable la expresión: el pedido se hizo en base a investigaciones, en donde las preposiciones “en” y “a” no están justificadas. Este uso incorrecto puede tratarse de un calco del italiano “in base a”.

Juntamente con
Expresión correcta, que suele ser distorsionada cuando se la transforma en conjuntamente con, error en el que se comete redundancia, ya que la palabra conjuntamente lleva implícita la idea de compañía (con).

Camisa a rayas, cocina a gas
Son galicismos sintácticos (influencia de la lengua francesa) los complementos de un sustantivo mediante otro sustantivo con la preposición a:
Camisa a rayas
Cocina a gas
En estos casos, se debe utilizar la preposición de (que es la que se utiliza en español para expresar, entre otros usos, el modo y la manera):
Camisa de rayas         
Cocina de gas

Algunas de estas construcciones ya son admitidas de forma general:   
Avión a reacción
Olla a presión