domingo, 28 de mayo de 2017

Cuándo usar "de" o "que" en las comparaciones


Para usar correctamente las construcciones comparativas hay que tener en cuenta lo siguiente:
  • Se emplea que  cuando este se refiere a un sustantivo no afectado por la comparación, como ocurre en la siguiente oración:
Este libro es más interesante que el que tú me habías recomendado.
Aquí lo comparado por más es el adjetivo interesante y no el sustantivo libro, representado por el que.
  • Se emplea de  siempre que el verbo de la comparativa no coincida con el de la oración principal. En estos casos, el núcleo de la comparación puede ser de distinta categoría (sustantivo, adjetivo, adverbio o el propio cuantificador):
Tiene más suerte de la que merece.
El chico está más preparado de lo que suponíamos.
Lo hizo mejor de lo que esperábamos.
Trabajas menos de lo que te exigen.

También se emplea de  en lugar de que  cuando el segundo término de la comparación es un adjetivo o un participio con artículo:
Trabajan más horas de las necesarias.
Me pagas menos de lo pactado.

A veces la comparación con que  y con de  expresan cosas distintas:
Esto es más importante que  lo que yo dije (= esto es más importante que aquello).
Esto es más importante de  lo que yo dije [= es más importante de lo (importante) que yo te dije que era].


domingo, 21 de mayo de 2017

Expresiones de tiempo en español


Expresión de la duración del tiempo y de la relación temporal entre acciones

La duración de una acción
La duración de un suceso se suele expresar con durante.
Los esperamos durante dos horas, y no llegaron.
Habló de su trabajo durante todo el día.
Ha llovido durante toda la noche.

Para indicar la duración de una acción que abarca un período más o menos largo del pasado y que todavía no se ha acabado en el momento al que se refiere el hablante se utilizan las siguientes expresiones:

Desde hace + cantidad de tiempo
+ verbo en presente
Estudia español desde hace tres años.
Marisa vive en Portugal desde hace unos meses.
Hace + cantidad de tiempo + que
+ verbo en presente
Hace tres años que estudia español.
Hace unos meses que Marisa vive en Portugal.
Llevar + cantidad de tiempo
+ gerundio
Llevo tres años estudiando español.
Marisa lleva unos meses viviendo en Portugal.
Desde + fecha + verbo
Esperaba esta carta desde octubre.
Esta ruta está en obras desde el año pasado.
Desde + (que + verbo) + verbo
Desde que me he jubilado, mi vida ha cambiado mucho.
Desde que vive en París ha conocido mucha gente.

Para expresar la duración de una acción en el pasado se puede utilizar estar + gerundio seguido de una expresión de tiempo.
Estuve mirando televisión toda la tarde.
Los niños estuvieron jugando todo el día.
En la fiesta del barrio la orquesta estuvo tocando toda la noche.

Hechos sucedidos en el pasado
Cuando se localiza una acción en un momento del pasado y se quiere indicar el tiempo que la separa del hablante, se utiliza la siguiente estructura:

Hace + distancia cronológica
+ verbo en tiempo pasado
Hace dos años estudié español.

Marisa vivía en Portugal hace unos meses.

Hechos que sucederán en el futuro
Cuando se localiza una acción en el futuro y se pretende indicar el tiempo que la separa del hablante, se usan las siguientes estructuras:

Dentro de + plazo
Anunciarán el ganador dentro de cinco minutos.
Dentro de dos horas comienza la función.
Antes de + plazo
Hay que entregarlo antes del 24 de octubre.
Antes de medianoche se apagan todas las luces.

Hechos posteriores a otros hechos
Para expresar posterioridad se pueden emplear las siguientes estructuras:

Después de + infinitivo
¿Por qué no vamos después de cenar?
Después de dar la prueba me iré a descansar.
Tras + infinitivo
Tras cenar, fuimos al teatro.
Tras conocer la noticia, saltó de contento.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Usos del condicional compuesto


Como futuro perfecto del pasado (temporal)

Confrontemos los siguientes ejemplos:
Cuando llegues, habré terminado el trabajo.
Dijo que cuando llegaras habría terminado el trabajo.

En estas oraciones, así como el futuro perfecto indica anterioridad a un hecho posterior al momento del habla, el condicional compuesto también indica anterioridad, pero con respecto a un hecho probable (cuando llegaras), cuya realización no está constatada.

Como probabilidad pasada
Describe un hecho pasado, anterior a otro hecho pasado, como probable. Es la probabilidad del pretérito pluscuamperfecto del indicativo. Confrontemos los siguientes ejemplos:

a) Cuando se casó, ya se habría recibido.

b) Cuando se casó, ya se había recibido.

En a), el condicional compuesto se refiere a un hecho pasado supuesto, probable, anterior a otro hecho pasado verificado.

En b), en cambio, los dos hechos están verificados.

c) Julia también estaría involucrada en el robo, y lo habrían planeado juntos.

En c) los dos hechos son probables, no verificados. El condicional simple se refiere a un hecho pasado que sirve como punto de referencia para marcar la anterioridad del otro hecho pasado descripto por el condicional compuesto.

Como probabilidad muy remota en el pasado
Indica una acción pasada, supuesta, posible pero muy poco probable. No necesariamente está presente la idea de anterioridad descripta en el punto anterior.
Los ladrones habrían escapado por la ventana. (Es lo que cree la policía).

Como pasado irreal
Para expresar acciones probables pasadas, que ya es imposible realizar.
Me habría gustado que Juan me hubiera invitado a la fiesta. (Pero no me invitó y la fiesta ya pasó).
Nunca me habría imaginado que Eliana soñó toda su vida con ser actriz.

Dentro de este valor del condicional compuesto como pasado irreal encontramos las siguientes estructuras:

Si hubieras llegado temprano, habríamos cenado juntos. (No llegaste temprano y, por lo tanto, no pudimos cenar juntos).

De haber sabido la verdad, no habría estado tan enojada con ella.
Aunque hubieras dicho la verdad, nadie te habría creído. (Pero igualmente no la dijiste).

domingo, 7 de mayo de 2017

Verbos con dos participios


En la actualidad hay solamente tres verbos con doble participio, uno regular y otro irregular.

Infinitivo
Participio regular
Participio irregular
freír
freído
frito
imprimir
imprimido
impreso
proveer
proveído
provisto

Estos tres verbos pueden formar los tiempos compuestos y la voz pasiva indistintamente con uno u otro participio, si bien el irregular es más frecuente.

Antiguos verbos con doble participio
Hay una serie de verbos con un solo participio (regular) que tienen además una forma adjetiva irregular derivada del antiguo participio latino. Estas formas adjetivas irregulares funcionaron en el pasado como participios, lo que ha hecho que estos verbos se hayan incluido tradicionalmente en la categoría de verbos con doble participio. Sin embargo, las formas derivadas del participio latino se usan hoy exclusivamente en función adjetiva y, en algunos casos, también como sustantivos, pero nunca para formar los tiempos compuestos, por lo que no pueden considerarse verdaderos participios.

Algunos de los antiguos verbos con doble participio

Infinitivo
Participio
Función adjetiva
absorber
absorbido
absorto
atender
atendido
atento
confundir
confundido
confuso
corregir
corregido
correcto
invertir
invertido
inverso
salvar
salvado
salvo
suspender
suspendido
suspenso


martes, 2 de mayo de 2017

Preposiciones por y para: ¿cómo distinguir la causa de la finalidad?

Sabemos que por  introduce una causa y para una finalidad. En consecuencia, para poder usar correctamente por y para en estos contextos, resulta imprescindible saber distinguir la causa de la finalidad.

Causa y finalidad
Son conceptos tan próximos que en muchas lenguas se usa una única preposición para introducir ambas nociones. En español, donde se diferencia por y para, la proximidad entre los dos conceptos se manifiesta, por ejemplo, en el hecho de que se puede preguntar por una causa y contestar con una finalidad y viceversa:

¿Para qué vas al médico?
Porque me duele la cabeza.

¿Por qué vas al médico?
Para que me haga una radiografía.

Por esta razón no siempre es fácil distinguir las dos nociones. Por ejemplo, si nos preguntamos si en una frase como María abrió el bolso para sacar las llaves (c), tenemos causa o finalidad podríamos pensar que es finalidad siguiendo un razonamiento como el de (a) o podríamos razonar como en (b) y pensar que se trata de causa.

a) María abrió el bolso con la intención, con el objetivo de sacar las llaves.
b) María quería sacar las llaves y esa es la razón por la que abrió el bolso. No lo abrió porque sí, sino guiada por un motivo bien preciso: sacar las llaves.

Aparentemente ambos razonamientos parecen correctos. Sin embargo, a pesar de su proximidad conceptual, algo no puede ser causa y finalidad al mismo tiempo.

Hay dos rasgos fundamentales que nos permiten distinguir la causa de la finalidad:
  • Temporalidad (anterioridad y posterioridad)
  • Intencionalidad

Anterioridad y posterioridad

La causa tiene que ser siempre anterior a la consecuencia,
mientras que la finalidad debe estar orientada hacia el futuro.

A Paco le pusieron una multa por estacionar en doble fila.
La relación temporal es “primero estaciona y luego le ponen la multa” lo que nos dice que estamos ante una causa y tenemos que usar por.

Vamos al restaurante para comer.
La relación temporal es “primero voy al restaurante y después como”; estamos, entonces, ante una finalidad y, en consecuencia, tenemos que usar la preposición para.

Una consecuencia gramatical importante de lo anterior es que detrás de por se puede usar un infinitivo simple o compuesto, mientras que detrás de para puede aparecer solo un infinitivo simple:
Le pusieron una multa por haber estacionado en doble fila.
*Vamos al restaurante para haber comido.

Cuando para va seguida de infinitivo compuesto, tiene valor concesivo:
Para haber corrido tanto, no estoy muy cansada.

Después de esta explicación y volviendo al ejemplo de María abrió el bolso para sacar las llaves, es fácil comprobar que se trata de finalidad: María abre el bolso y después saca las llaves. La anterioridad o posterioridad bastan para diferenciar de manera inmediata la causa de la finalidad. Sin embargo, hay una segunda diferencia fundamental entre ambas nociones: la intencionalidad. Esta diferencia nos ayudará a descubrir por qué el razonamiento según el cual sacar las llaves en (c) es una causa, era un razonamiento equivocado, si bien está aparentemente bien fundado.

La intencionalidad
En la finalidad hay intencionalidad, voluntad; en la causa, no. En consecuencia, cualquier oración final pura puede transformarse en una oración causal añadiendo lo que le falta: la voluntad. Así, por ejemplo:
Voy al restaurante para comer. Voy al restaurante porque quiero comer.
María abrió el bolso para sacar las llaves. María abrió el bolso porque quería sacar las llaves.

El razonamiento con el que se defendía la causalidad de María abrió el bolso para sacar las llaves (“María quería sacar las llaves y esa es la razón por la que abrió el bolso”) convertía la finalidad en causa al añadir un verbo de voluntad.

Fuente: Gramática de referencia de la lengua española. María Lozano Zahonero. Ed. Hoepli.