En general, en
español, los verbos son “imperfectivos”, es decir, no tienen en cuenta el
inicio ni el final del evento denotado por el verbo, todos los tiempos simples
excepto el pretérito indefinido. Las gramáticas denominan a este tiempo
pretérito perfecto simple, precisamente debido a su significado aspectual
“perfectivo”: sí tiene en cuenta el final. El pretérito indefinido o perfecto
simple y todos los tiempos compuestos vienen valor “perfectivo”: Había terminado de cenar cuando sonó el
teléfono.
Otros
significados aspectuales pueden expresarse mediante frases verbales, es decir,
construcciones con un verbo auxiliar y un infinitivo o un gerundio. Algunos de
los matices aspectuales que permiten expresar las frases verbales del español
son:
Terminativo: Dejó de venir.
Inmediatez o final reciente: Acaba de llegar.
Culminación de un proceso: Llegó a ser ministro.
Habitual: Suele venir los lunes.
Iterativo: Volvió a llover.
De propósito o inminencia: Iba a salir cuando llamó Juan.
Aspecto durativo: Sigue trabajando. Está estudiando.
Progresivo: Va aprendiendo de a poco.
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